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Respuesta a la carta del Psicoanalista por un padre sumamente indignado

También recibí las reflexiones de un padre que está pasando por unas circunstancias muy traumáticas en su familia. Bajo mi punto de vista no le falta razón, la incluyo aquí para que quien desee reflexione sobre ello.


Hola María, te comento

Ya he leído y oído ese tipo de opinión sobre las enfermedades mentales y las adicciones a las drogas y francamente me parece que tan erróneo es el punto de vista de la siquiatria oficial, como el de los psicoanalistas: a la vista está que , si no son capaces de ponerse de acuerdo entre ellos, es que ninguno tiene la razón en todo.

Eso no pasa en la ciencia pura, ningún físico cuestiona la ley de la gravedad, dentro de ciertos límites, ni la teoría de la relatividad. Cuando fueron formuladas en su momento hubo grandes desacuerdos, discusiones y trabajos intentando refutarlas, sin éxito obviamente. Einstein dijo una vez: hay miles de experimentos que validan una teoria, pero bastaría uno solo para refutarla, y nadie hasta ahora lo ha hecho (hablaba de la relatividad).

Lo que te quiero decir es que no se puede, no se debe, afirmar que "toda sintomatología es reducible, en última instancia, al desamor, el dolor insoportable y la desesperación consciente o inconscientes", o que "...todo ello en el seno secreto de la vida familiar", como hace el psicoterapeuta José Luis Cano. Me parece que es simplificar mucho las cosas, además son afirmaciones casi imposibles de contradecir, porque aunque le pusiéramos todos los ejemplos que hay de diferentes hermanos creciendo en el seno de la misma familia, acabando uno de ellos con adicciones a las drogra y los demás no, nunca sabríamos qué es lo que provocó al infeliz echarse a las drogas, porque claro "la causa está en el secreto de la vida familiar". Sé de mucha gente que ha vivido experiencias muy fuertes en su vida de niñez o de adolescente dentro de su casa, que sus padres han pasado de ellos soberanamente, que no han disfrutado del amor y la paz familiar, y no por eso se han dedicado a chutarse heroina, ni a engancharse a los porros. Algo falla, tanto en la siquiatria oficial como en sus opositores, los psicoterapeutas freudianos
.
La realidad es que los enfermos siguen desatendidos, que los desgraciados que padecen una patología dual o LO QUE SE QUIERA LLAMAR, tienen grandes posibilidades de morir en la calle, abandonados por sus familiares, por sus amigos y por toda la sociedad en general
.
A ver, una vez que se cae por esa pendiente tan fuerte que es el mundo de las adicciones NO HAY AMOR, NI SACRIFICIO, NI SUFICIENTE LUCIDEZ, que pueda frenar la caída, SIN LA COLABORACIÓN DEL PROPIO SUJETO, ésta colaboración depende de la voluntad y ésta voluntad depende de tal número de variables que sólo un conjunto de felices casualidades hacen que se produzca el ,milagro. Y si las adicciones llevan asociados síntomas como los de la esquizofrenia paranoide, esas felices casualidades son IMPOSIBLES de producirse, como demuestran las estadísticas.
Hace falta alguien, algunos, un montón de gente, que se dedique a hacerles más llevadera la vida. Juristas, políticos, psiquiatras, psicólogos (sean o no freudianos), asistentes sociales y educadores. Se tiene que cambiar completamente la manera de abordar las enfermedades mentales, LA FORMA ACTUAL ES UN FRACASO EVIDENTE.
Lo siento, me he encendido. La constatación de lo que digo es , por supuesto, totalmente subjetiva y debida en exclusiva al fracaso con mi hijo.
Abrazos

Carta abierta de un Psicoterapeuta

Estimada María,

Te felicito por tu poderosa iniciativa, y te agradezco mucho tu mensaje. Sin embargo, creo que mi principal aportación en este momento sólo puede ser confesarte mi extremado escepticismo frente al punto de vista psiquiátrico y sus categorías, enormemente miopes frente al dolor humano... y, por tanto, bastante ineficaces.

Por ejemplo, en mi opinión, suponer que un "trastorno psicológico" y una "adicción" constituyen una "comorbilidad", un supuesto"trastorno dual", es tan infundado como decir que, en la gripe, la tos y los estornudos son entidades independientes, "comórbidas", cuando obviamente son síntomas asociados a una SOLA infección causante. Es el problema de la psiquiatría actual: su extremada obsesión por los síntomas y las conductas le llevan a confundir absolutamente la naturaleza de los problemas, las causas con los efectos, y el árbol con el bosque.

Creo que cualquier adicción (no importa su objeto) es un síntoma más de un determinado trastorno de personalidad, y toda sintomatología es reducible, en última instancia, al desamor, el dolor insoportable y la desesperación consciente o inconscientes. Por ello, si se quiere realmente ayudar a los desdichados, hay que comenzar COMPRENDIENDO CON AMOR Y LUCIDEZ las verdaderas causas de sus males, para no contribuir a cronificarlos. Y tales causas casi siempre tienen que ver con el desamor, el maltrato, el odio, la culpa, la dependencia, el miedo, el narcisismo, el infantilismo, etc., todo ello en el seno secreto de la vida familiar.

Mientras ésta no quiera analizarse, la "enfermedad mental" será difícilmente aliviable.

Como pienso que los puntos de vista psicodinámicos y humanistas son particularmente lúcidos y eficientes contra la "enfermedad mental", mi principal aportación a tu causa sólo puede ser seguir escribiendo sobre ello. Quedan mis textos a tu disposición, así como estaré encantado de incluir en mi web cualquier escrito de calidad sobre tu causa que quieras remitirme.

Para seguir debatiendo sobre estos temas, podemos hacerlo en el foro. Un saludo cordial, María, y ¡muchísima suerte con tu misión!


José Luis Cano Gil
Psicoterapeuta
www.psicodinamicajlc.com

La Coordinadora "Alternativas" de Algeciras pide la creacción de unidades en patologia dual

Fuente:
http://www.diariosur.es/prensa/20070121/gibraltar/algeciras-centros-terapeuticos-para_20070121.html

SIRA R. LARA/ALGECIRAS


«La sociedad se ha relajado»

La Coordinadora Comarcal contra las Drogodependencias, 'Alternativas', presentó esta semana su plan base anual de actuación contra la droga suscrito por las doce asociaciones que componen la entidad.

Este documento será presentado a los distintos partidos políticos de los siete municipios de la comarca, y a entidades como Mancomunidad y Diputación, para que, si lo desean, lo incluyan en sus programas electorales y de actuación.

El programa presentado se centra en tres grandes áreas, la prevención, la rehabilitación y reinserción social y laboral del toxicómano y el apoyo a sus familias y la lucha contra el narcotráfico.

El presidente de Alternativas, Francisco Mena, hizo hincapié en la presentación del documento en que «la red asistencial a los toxicómanos en la comarca es insuficiente y no puede afrontar la demanda existente en la actualidad». Mena señala que «son las entidades y el movimiento asociativo los que han ido asumiendo estas carencias».

'Alternativas' pide la creación en el Campo de Gibraltar de un centro específico para mujeres, que se encuentran «excluidas de los recursos terapéuticos de la comarca» y deben acudir a otros centros de la provincia para ser atendidas, y en los que deben soportar una larga lista de espera.

Francisco Mena señala que el aumento del consumo femenino de drogas es «alarmante», en especial en el consumo de cocaína y hachís. También ha sufrido un aumento, menos significativo pero constante, en el consumo de heroína. De ahí la necesidad de facilitar el acceso de estas mujeres a las comunidades terapéuticas.

El presidente de la coordinadora insiste en la «doble problemática» de estas mujeres. Muchas de ellas intercambian las dosis de droga por favores sexuales a los 'camellos'. Esta prostitución encubierta hunde aún más psicológicamente a las toxicómanas y retrasa su salida del mundo de las drogas su total recuperación.

'Alternativas' también señala la necesidad de aumentar los recursos terapéuticos para enfermos con patología dual. Estas personas que han desarrollado trastornos psicológicos sólo pueden ser atendidos en la comarca en el centro Montenegral, debiendo soportar muchos meses de espera para acceder a la comunidad.

La coordinadora propone también el aumento y la mejora de la asistencia primaria, los centros de día y los albergues.

En el apartado de la rehabilitación, Mena destaca la necesidad de contar con un plan integral del SIDA y pide la reestructuración del programa de metadona, de forma que deje de ser una medida fundamentalmente dispensadora, para lo que es «imprescindible dotar a los centros de los medios y recursos suficientes para llevar a cabo una política integral con los usuarios».

La coordinadora propone también la creación de una red de pisos de reinserción en los que se apoye a estas personas en su proceso de incorporación sociolaboral y de normalización de hábitos de vida.

Política laboral

El ámbito laboral también es muy importante para la reinserción de los ex drogodependientes. Francisco Mena señala la importancia de crear puestos de trabajo con compromiso de seguimiento integral de los insertados y el impulso de formación profesional en colaboración con el INEM, creación de escuelas taller y cursos de formación ocupacional. «Es completamente negativo que una persona, después de abandonar las drogas, se encuentre sin expectativas laborales», señala. También se propone la creación de un Plan de Prevención en el ámbito laboral.

Asistencia psicologíca: muy necesaria

Ante una problematica en el seno de la familia de Patología Dual, una cuestión necesaria es la asistencia psicológica para todos los integrantes de la familia, ya sea para solventar cuestiones que están desbordando la situación, como para ayudar a tomar la situación de otra forma.

Los recursos sanitarios gratuitos son muy deficientes en este tipo de asistencia, y los que disponen de servicio de psicologo están tan limitados en recursos que pueden darte visita una vez al mes y no siempre de forma forma integral dentro de la familia.

He buscado recursos gratuitos fuera del sistema sanitario estatal y he obtenido estos resultados.

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La AEOAP atiende todas las consultas que cualquier persona desee realizar, ya sea en el ámbito concreto de la salud mental como sobre temas generales relacionados con la psicología.

El servicio de orientación y ayuda psicológica se realiza mediante la atención personalizada de psicólogos titulados colegiados y, siempre que las características de la consulta y las circunstancias de la asociación lo permitan, se ofrecerá de manera gratuita. Todas las consultas o demandas de servicio deberán realizarse por e-mail (clicando en contacto). Si lo solicita el consultante, y siempre que nuestros psicólogos lo consideren oportuno o necesario, en la ciudad de Barcelona realizamos entrevistas personales a horas convenidas.

La información que los consultantes proporcionen a nuestros terapeutas es estrictamente confidencial y se rige por los Principios Deontológicos que regulan el ejercicio de la Psicología.

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Otros sitios encontrados que ofrecen ayuda a través de mail o chat son:

psicoactiva.com ofrece un directorio de profesionales en psicología, algunos de ellos ofrecen asesoramiento gratuito a través de mail

En MentePositiva.com también hay un ámplio directorio de ayuda psicológica gratuita, incluso on-line a través de chat.

Otra página donde ofrecen ayuda psicológica a través de mail o chat de forma gratuita es ElAlmanaque.com

En fin, también quizás a través de estos sitios se puede conseguir que te dirijan a algún psicólogo en tu zona que te pueda ofrecer ayuda presencial con el mínimo coste si no es gratis.

Adicción y enfermedad mental, una mezcla explosiva

Correo del Caroní 29-8-2005

EFE.- La neurociencia investiga la Patología Dual, en la que coinciden en un mismo paciente dos trastornos: una conducta adictiva y una dolencia psicológica. Un alto porcentaje de personas con ansiedad, depresión, esquizofrenia o trastorno bipolar, consumen sustancias tóxicas, lo cual dificultan el diagnóstico, modifican la respuesta terapéutica y empeora el pronóstico.

El abuso de sustancias nocivas por los pacientes con trastornos psiquiátricos es cada vez más frecuenteLa inmensa mayoría de las personas que tienen conductas adictivas, por no decir la práctica totalidad, tienen trastornos mentales o de la personalidad, mientras que un porcentaje altísimo de las personas que sufren trastornos psíquicos padece trastornos adictivos, como el abuso del alcohol y/o las drogas.

Para sacar a los pacientes de este círculo vicioso, en que sus trastornos se refuerzan y realimentan el uno al otro, los psiquiatras y psicólogos deben considerar los problemas del afectado en forma conjunta y no disociada, recibir una mayor formación en esta entidad clínica y contar con más recursos técnicos y económicos para abordarla, reclaman los expertos.

En muchos países ha comenzado a tomarse conciencia de esta situación, con la puesta en marcha en algunos hospitales de unidades o equipos especializadas en Patología Dual (PD) o la creación de agrupaciones, como la reciente Asociación Española para el Estudio e Investigación en Patología Dual, AEIPD.

"Es una realidad que los trastornos psiquiátricos y las conductas adictivas están estrechamente unidas", asegura el psiquiatra Gabriel Rubio, presidente de Socidrogalcohol Madrid, para quien es un error "disociar la patología mental de las drogodependencias".

Recuerda que la Organización Mundial de la Salud prevé que, para el 2025, el 75 por ciento de los pacientes de salud mental van a tener algún tipo de problemas de abuso de sustancias.

Alcohol, hachís y esquizofrenia

"La práctica clínica muestra pacientes deprimidos que abusan del alcohol y consumen hachís", indica este experto, que destaca que prácticamente el 75 por ciento de los enfermos con esquizofrenia, que acuden a unidades de agudos, tienen algún tipo de abuso de sustancias, las más frecuentes son alcohol y hachís.

Además, se calcula que "el 20 por ciento de los alcohólicos tiene asociado un problema de ludopatía o adicción al juego, y que el 60 por ciento de los ludópatas tienen algún otro trastorno de abuso o dependencia de las drogas".

El abuso de sustancias nocivas por los pacientes con trastornos psiquiátricos se debe "a que muchos alivian determinados síntomas de su enfermedad con drogas, y a que a están más en contacto con la oferta y la demanda de las sustancias".

"Si esa dualidad no se trata de forma conjunta -sostiene Rubio- los enfermos que consumen de forma regular alcohol y hachís tendrán reagudizaciones de su enfermedad psiquiátrica, dejarán de acudir a los dispositivos de rehabilitación, y esto les llevará a que el pronóstico de la enfermedad vaya empeorando".

El doctor Rubio propone tratamientos integrados, donde el paciente no se vea obligado a acudir al psiquiatra por su problema mental, y por otro lado, a que le traten su trastorno adictivo.

Los avances neurocientíficos han cambiado la forma de entender las adicciones a través del concepto de Patología Dual, que las vincula a las enfermedades cerebrales.

El estudio Regier, de 1990, muestra que el 14,6 por ciento de los pacientes con trastornos de ansiedad consumen sustancias tóxicas, porcentaje que sube hasta el 32 por ciento en los afectados por depresión, al 47 por ciento en personas con esquizofrenia y al 61 por ciento en pacientes con trastorno bipolar.

Adicción y personalidad

Asimismo, el 70 por ciento de quienes padecen el "trastorno límite de personalidad" abusan de alcohol y otras drogas, mientras que en las personas con "trastorno antisocial de la personalidad" este porcentaje supera el 83 por ciento.

"Desde hace algunos años, la ciencia ha reemplazado a la ideología como aproximación a las conductas adictivas y esto ha significado un giro espectacular, tanto para los pacientes como para la investigación neurobiológica", afirma el doctor Néstor Szerman, coordinador del programa de Patología Dual del servicio de Salud Mental de Moratalaz de Madrid, España.

El doctor Szerman preside la flamante AEIPD, formada por médicos especialistas en drogas y profesionales de la salud mental, que busca crear redes clínicas para mejorar la asistencia de los pacientes, ampliar la investigación, conocimiento y formación de los profesionales sanitarios sobre la enfermedad, así como el asesoramiento de los afectados y sus familias.

"Nuestro propósito es superar las divisiones entre profesionales de drogas y de salud mental, que la realidad clínica ha puesto en evidencia. Estamos juntos en la clínica, la investigación y la docencia, y la Patología Dual es ese punto de encuentro", añade.

La psiquiatría moderna y las neurociencias denominan Patología Dual a la concurrencia de una conducta de abuso-dependencia al alcohol y otras drogas, como la cocaína o los cannábicos, y otro trastorno psicopatológico como la ansiedad, las crisis de pánico, la depresión, los trastornos de personalidad o la psicosis.

La PD produce cuadros clínicos complejos de diagnosticar, donde los síntomas de la enfermedad mental y la conducta adictiva, entre las cuales se incluye el juego patológico o ludopatía, no son tan claras.

Hacia un tratamiento integrado

Según el doctor Ignacio Basurte, psiquiatra de la Fundación Jiménez Díaz de Madrid, "los colectivos profesionales deben de aprender a pensar de forma dual y a detectarlo. El segundo paso es tratarlo y la mejor forma de hacerlo es a través de los tratamientos en dispositivos específicos y redes clínicas sensibles e integradas en el conocimiento de la Patología Dual".

"Los abordajes terapéuticos tienen que practicarlos estos dispositivos y redes clínicas con objetivos a largo plazo y encaminados a la rehabilitación clínica y social del enfermo", indica el doctor Carlos Álvarez Vara, psiquiatra de la Agencia Antidroga de la Comunidad de Madrid.

Agrega que "a la hora de diagnosticar el consumo de drogas en un paciente con enfermedad mental o viceversa, es necesario que el especialista tenga una visión más amplia, sea más sensible y pregunte tanto al paciente como a su entorno, sin valoraciones morales, sobre los patrones de consumo de sustancias".

Artículo de opinión

Publicado en el diario de Ibiza, escrito por una persona PAIRED

El contraste entre la atención sanitaria de las afecciones de tipo orgánico en general y las relacionadas con la salud mental es preocupante. Intentaré explicar esta impresión que tengo lo mejor posible, habida cuenta de que lo hago desde el siguiente triple punto de vista: del profano en la materia, de padre de un joven con diagnosis de una enfermedad mental crónica y de usuario del servicio de la sanidad pública.

Los profesionales especializados en psiquiatría se encuentran en este momento, a mi parecer, guiados por un camino que sigue sin llevar, en la mayor parte de los casos graves, a cumplir el objetivo que sin duda tienen encomendado, cual es el cuidado, atención y mejora en la calidad de vida de sus pacientes, sin por ello poner en duda su preparación en general ni su profesionalidad. Esto no ocurre con el resto de las especialidades médicas, en las cuales los avances en los tratamientos de enfermedades tan graves como diferentes tipos de cánceres o del aparato circulatorio han sido y son tan espectaculares como eficaces.

En España a finales de los años 70 se reconvirtió la asistencia psiquiátrica y se difundieron versiones neoconservadoras de la locura auspiciadas por lo que se dio en llamar la Reforma Psiquiátrica y los programas de salud mental pública se convirtieron en una versión bastarda de pedagogía familiar. A las familias se les recuerda desde entonces su obligación de cuidar del enfermo, de modo que sea tratado en su hogar con las mismas técnicas conductuales que se utilizan en una institución psiquiátrica. Al mismo tiempo, se supervisa mensualmente al paciente en unos centros de salud mental absolutamente masificados a causa de la atención a malestares menores*. En el caso de nuestra comunidad, Ibiza, éste punto ha sido advertido por el responsable de Salud Mental, Dr. Lucas, en alguna intervención pública suya. De este modo, el tratamiento se reduce a la prescripción de unos psicofármacos (cuya tasa de beneficios económicos para la industria era inimaginable a finales de los años setenta) que en la mayor parte de las ocasiones quedan en la despensa familiar, sin que los destinatarios de los mismos hagan uso de ellos ya que, debido a la etiología de su enfermedad, el enfermo se resiste a su tratamiento.

En este punto es el que los psiquiatras se encuentran a menudo con las manos atadas: no pueden obligar a un enfermo a seguir un tratamiento si no es con una orden judicial que expresamente así lo imponga. Conseguirlo en la gran parte de las ocasiones supone iniciar una serie de acciones- por parte de la familia generalmente- que además de ser traumáticas para el paciente (el estrés generado debe ser similar al de sufrir un accidente grave de tráfico) sólo conducen a su internamiento temporal hasta que los profesionales consideran que la crisis causante se ha resuelto o ha rebajado su gravedad, con lo cual la atención sanitaria que reciben es discontinua, deficiente y traumatizante. Su deterioro es entonces más rápido, lo que conlleva un mayor sufrimiento tanto para el paciente –el porcentaje de suicidios sobrepasa el de la población general- como para los familiares.

Todavía no se ha escuchado a ningún político hablar de la urgente necesidad de que se promueva algún decreto ley que permita resolver este grave problema, pero tampoco los profesionales sanitarios parecen querer involucrarse en el tema, manifestar su opinión al respecto ni con los representantes o responsables públicos, ni mencionar esa necesidad a los familiares ni a las asociaciones de familiares de enfermos psíquicos.

Es en parte debido a ello que ninguna atención sanitaria sea comparablemente tan ineficaz ni tan incompleta como la que reciben nuestros enfermos psíquicos y no parece que las cosas vayan a cambiar. Además los presupuestos y proyectos dedicados a salud mental son insuficientes- y no me voy a referir a la comparación que se podría hacer con las inversiones realizadas por nuestras instituciones públicas en otro tipo de servicios- , son tardías y generalmente sólo son promovidas en época de elecciones.

En conclusión, pediría a todos los estamentos involucrados en el tema de la salud mental en España que meditasen sobre si puede establecerse algún protocolo de acción, diferente del actual, sobre el tratamiento, seguimiento y atención de las personas con diagnósticos de enfermedades psíquicas graves, de forma los afectados puedan ser atendidos con mayor frecuencia, de forma más eficaz y con un coste mínimo de sufrimiento para todos.

(*) "Egolatria", libro de Guillermo Rendueles Olmedo sobre el panorama de la siquiatria en España

Ibiza, 30 de diciembre de 2006

La pena de muerte existe en España

Artículo publicado en http://haciendo-camino.blogspot.com

Diariamente se condena a pena de muerte a muchas personas en nuestro país, de una forma encubierta, sí, pero condenados al fin y al cabo.

Personas condenadas no por un juez, ni por un jurado, penadas por un equipo de monitores o por un psiquiatra.

De las miles de personas que deambulan sin techo, la mayoría de los que se vuelven crónicos presentan una patología que no está médicamente aceptada Patología Dual (cuando en un mismo sujeto se presentan problemas de salud mental y adicciones), pero cuyo diagnóstico sirve para excluirlos de los pocos recursos psiquiátricos y para drogodependientes existentes en nuestro país. Una vez que el paciente es catalogado con Patología Dual se le “echa” de estos recursos que aunque no sean los adecuados podrían ser “algo”.

La Psicóloga
María del Mar Fernandez, representante de la Asociación para la Atención a Dependencias y Adicciones (ATABAL) dice en el artículo publicado por Europa Press Casi la mitad de los drogodependientes padecen algún problema psiquiátrico “..Esta patología dual hasta el momento requiere que el paciente sea atendido con dos tratamientos, por un lado el psiquiátrico, y por otro el de desintoxicación, señaló Fernández, que añadió que no existe una especialización para estas personas ya que es una enfermedad de reciente aparición..”

Una vez que un paciente ha sido “juzgado” y declarado patólogo dual ya no hay vuelta a tras hasta su ejecución inminente. Se le envía a casa de sus familiares quienes “aguantan” todo el tiempo que pueden hasta que tarde o temprano algún acontecimiento que no es posible controlar por parte de la familia hace que terminen con un desequilibrio mental y una adicción tal que la persona acaba viviendo en la calle... de aquí hasta su muerte solo es cuestión de tiempo.

Según afirma
Francisco Taver de La Enfermedad Mental: “..Efectivamente el problema de la droga vino a agravar una situación de tragedia social debido principalmente a las carencias en la planificación y la ejecución de servicios alternativos a la hospitalización psiquiátrica..”

Así, todos los intentos que hagan los familiares por incluir a estas personas en el sistema sanitario es infructuoso y termina así mismo con la salud mental de los integrantes de la familia.

Según un despacho de la agencia EFE de 17 de julio de 2004 en España dormían en la calle cada día entre 30.000 y 40.000 personas, contando tan solo el índice “normal” de enfermedad mental en la población española, un 26% las personas sin techo con problemas mentales y/o patología dual rondarían las 11.000 (aunque como podrán ver este razonamiento es minimizador)


¡Más de 11.000 personas condenadas a pena de muerte por omisión!...

Ausencia de Recursos en Patología Dual en España

Artículo publicado en http://haciendo-camino.blogspot.com

Con este título, la incansable
Evolución ha publicado un post de investigación sobre como está el "patio" en lo que se refiere a Patología Dual en España.

En su desolador aunque real y bien elaborado artículo podemos encontrar:

  • ¿Que es la patología Dual?
  • Recursos en Patologia Dual en España a 2006
Los únicos recursos que existen en Patología Dual
son:

En Barcelona solo urgencias y estancia de 2 o 3
semanas

En Salamanca en Comunidad Terapeutica (solo para
los de la Comunidad Autónoma)

En Madrid, dos pisos (solo para los de la
Comunidad Autónoma)

Dificultades de abordaje
Características de los pacientes
Falta de formación y de
recursos.

Ausencia de abordajes específicos
  • Artículos interesantes:
Descubren el origen neuronal de las recaidas que
sufren los toxicómanos

Adicción y enfermedad mental: una mezcla
explosiva

  • Enlaces sobre Patología dual

La necesidad de crear un movimiento que lidere el cambio institucional es patente, quizás la pregunta es ¿quien lidera este movimiento para el cambio?

Quizás este sea el inicio de este movimiento...

quizás, solo quizás ya lo estemos iniciando,

quizás si se sumaran a él padres, madres, familiares y afectados me sentiría con fuerzas para intentar unir todas las voces y hacerlas públicas,

quizás si nos unieramos

...solo quizás haríamos que las instituciones cambiaran

para el bien de tantas y tantas personas,

seres humanos que se merecen todo nuestro respeto y consideración...

aunque algunos no lo crean así.

DESCUBREN EL ORIGEN NEURONAL DE LAS RECAIDAS QUE SUFREN LOS TOXICÓMANOS

DESCUBREN EL ORIGEN NEURONAL DE LAS RECAÍDAS QUE SUFREN LOS TOXICÓMANOS

http://www.pnsd.msc.es/Categoria2/noticias/A2003/2ago2003.htm

EL MUNDO, 18/08/2003

Una melodía, el encuentro con un colega, pasar por un lugar determinado o ver una jeringuilla son hechos cotidianos que pueden provocar la recaída de un ex toxicómano. Ahora, científicos de la Universidad Rutgers, en Nueva Jersey (EEUU) han descubierto que hay unas neuronas específicas, las que se encuentran en el llamado nucleus accumens del cerebro, que despiertan los recuerdos de la adicción y llevan a esta persona de nuevo al consumo de drogas.

Mark West, profesor de Psicología y uno de los autores de esta investigación, cree que el descubrimiento podría abrir la puerta a nuevos tratamientos. «Esta sería la zona del cerebro hacia la que enfocar una estrategia farmacológica», explica West en revista Journal of Neuroscience, donde ha publicado los resultados de su trabajo.

En su estudio, West y su equipo utilizaron ratas a las que se les dió cocaína cada vez que se escuchaba un tono. Al cabo del tiempo, cuando los roedores ya habían olvidado la droga, se les hizo oír el mismo tono y las neuronas del nucleus accumens se activaron instantáneamente. «Lo que pasa es que el cerebro olvida muy lentamente los estímulos y por ello es difícil luchar contra la adicción».

Para el presidente de la Unión Española de Asociaciones de Atención al Drogodependiente (UNAD), Luciano Poyato, además de la faceta médica, la recuperación de los toxicómanos supone también un tratamiento psicológico y educativo, «sin olvidar que debe abordarse la situación penal y familiar».

Los datos de la UNAD, que atiende al 20% de los toxicómanos españoles, reflejan un índice de recaída del 30% al 35%. Poyato explica que «en los últimos años van en aumento los casos con patología dual, es decir, personas con adicción que tienen patologías psiquiátricas, un 60% de ellas provocadas por los narcóticos». En el resto, la enfermedad mental es previa al consumo de narcóticos.

Iniciamos la campaña de recogida de firmas

Algunos de vosotros ya tendréis noticias de la inexistencia en España para dar tratamiento y terapia a las personas que padecen Patología Dual.

Nombre: Patología Dual, que han dado (y que de momento no está reconocido médicamente) cuando en una misma persona concurren problemas de Salud Mental y drogadicción.

La mayoría de personas afectadas de drogadicción presenta Patología Dual ya sea porque el consumo de drogas le ha ocasionado una problemática en Salud Mental o bien porque tenían un problema de Salud Mental y encontraron una vía de huida hacia las drogas.

Independientemente de ello los sistemas sanitarios españoles disponen de recursos para lo uno o para lo otro con servicios totalmente diferentes y nada coordinados. Y es por ello, por esta falta de visión, de previsión y de servicios por lo que cualquier acción para ayudar a las personas con drogadicción obtiene muy pocos resultados perdurables en el tiempo. Por otra parte cuando la problemática está muy desbordada, ninguno de los dos servicios (Centro de Salud Mental y Centro de Atención a Toxicómanos) quiere hacerse cargo del tratamiento ya que lo van remitiendo de uno a otro sin que ninguno realice una función realmente efectiva.

El sistema sanitario actual se basa en la poderosísima industria farmacológica, que es la que financia todas las investigaciones médicas que se realizan en nuestro país, obviamente cualquier alternativa que no pase por prescripción de fármacos no tiene cabida en los estudios y por ello los tratamientos están totalmente atascados, cuando como es el caso de la psiquiatría (Salud Mental y Adicciones) los medicamentos solo realizan la función de contener los síntomas y no atacan directamente a las causas.

Un grupo de personas afectadas por la inexistencia de estos recursos se ha unido para solicitar de la administración pública unos servicios adecuados para estas personas, que no son pocas, y que termina ocasionando la muerte física en muchísimas ocasiones ya sea por sobredosis o por suicidio, y siempre, en todos los casos, la muerte como persona, dejan de serlo y viven a expensas que conseguir una nueva dosis. En los familiares esta ineficacia e inexistencia causa un verdadero desgaste personal, rompiendo totalmente familias y llevando a sus componentes a trastornos psiquiátricos en algunos casos muy importantes y preocupantes.

Una de las acciones que nos hemos propuesto es la recogida de firmas para hacer esta solicitud al Congreso de los Diputados ya que entendemos que esto no debe ser solucionado por administraciones locales o comunidades autónomas para no entrar en las diferencias discriminatorias en función de la población donde vive el afectado, siendo necesario la puesta en marcha de servicios en todo el territorio nacional.

Hemos confeccionado dos tipos de formularios, dependiendo de tu posición respecto a la situación:

- Si eres una persona afectada por la inexistencia de recursos en Patología Dual (ya sea porque padeces Patología Dual o porque tienes algún familiar que este en esta situación con el sufrimiento que ello conlleva tanto a ti como al resto de la familia) dispones de este formulario: http://www.firmasonline.com/1Firmas/camp1.asp?C=448

- Si no has sufrido esta situación en tu propia piel, por padecerlo directamente o por tener un familiar en estas circunstancias pero crees que debes dar apoyo a esta campaña, dispones de este otro formulario. http://www.firmasonline.com/1Firmas/camp1.asp?C=450

Si deseas contactar con nosotros puedes hacerlo a través del Foro que hemos creado, pinchando en este enlace. http://patologiadual.foro.st

Te vamos a agradecer difundas esta nota, ya que necesitamos que la mayor cantidad de personas conozcan y apoyen esta iniciativa para conseguir hacer más fuerza ante la Administración.

Es posible que si pasas esta nota a tus contactos y estos a los suyos alguna de las personas que lo reciba se encuentre en la misma situación y le alegre saber que hay alguien que está intentando hacer algo, dejando así de sentirse totalmente desamparada e impotente como es la sensación general de las personas afectadas por la inexistencia de estos recursos ocasiona..

Un consejo para evitar correos Spam: copia y pega el texto directamente, no hagas reenvíos y envíalo como CCO Copia Oculta a tus contactos y con dirección de destinatario a ti mismo/a, así si este correo llega a los que envían Spam no estarás colaborando con ellos ya que no dispondrán de direcciones.

Quedo a vuestra disposición, muchas gracias por vuestra colaboración.

María Rodríguez Piña
maripigen@yahoo.es

Informe del Defensor del Pueblo sobre Drogadicción y Patología Dual

Fuente :

http://blogs.lavozdigital.es/index.php?blog=363&c=1&page=1&more=1&title=defensor_del_pueblo&tb=1&pb=1&disp=single


DEFENSOR DEL PUEBLO
2. 3. Drogas.

El problema de las drogas y otras adicciones ha tenido a lo largo de 2002 una especial relevancia. Junto al interés de las quejas tratadas se ha presentado un amplio informe sobre las repercusiones de este fenómeno social en Andalucía (queja 01/407 ), que tuvo entrada en el Parlamento a finales de este ejercicio.

Este Informe Especial pretende ser una aportación más a un grave problema, muy complejo, abordándole desde diversos aspectos y perspectivas: legales, sociales, epidemiológicos,... Además, y de forma específica, se estudian cuestiones y poblaciones en las que las drogas tienen especial repercusión en estos momentos, como es la situación de los consumidores más marginados que forman parte de los colectivos de la exclusión, los pacientes afectados por una patología dual, los internos de los centros penitenciarios con problemas de drogas, los jóvenes que se inician en el consumo, los movimientos sociales, las adicciones comportamentales (juegos de azar), las actuaciones preventivas, etc.; ya que estos conflictos afectan, por una u otra razón, a un sector muy importante de nuestra sociedad.

Para ello, y como objeto de nuestro Estudio, nos hemos centrado en las actuaciones que en esta materia realizan las Administraciones Públicas y la iniciativa Social, lo que configura en Andalucía un modelo público de atención a las drogodependencias.

Bajo esta perspectiva, se ha realizado un exhaustivo informe estructurado en 15 apartados, con suficiente entidad en cada uno de ellos al tratar de forma específica aspectos del fenómeno. En él se ha pretendido abordar múltiples cuestiones planteadas en quejas individuales que afectan a los tratamientos, a los programas y a las formas cómo se ha articulado la Red de Atención y los conflictos que ello plantea; así como ha venido a completar el estudio sobre las distintas alternativas aplicadas sobre el colectivo de afectados.

Con relación a la metodología del Informe hemos utilizado una metodología cualitativa, siendo la muestra de profesionales de 109 encuestas. Además, se ha recogido información directa a través de entrevistas y cuestionarios con pacientes que se encontraban en fase avanzada de tratamientos. Junto a éstos, se han realizado entrevistas personales a representantes de distintos movimientos sociales y a grupos de familiares directamente afectados.

En la muestra sobre la población consumidora en tratamiento, encontramos el siguiente perfil:

Un 83,56% eran varones y mujeres el 16,44%, de los que un 70% viven con sus familias y un 10% viven solos, siendo éstos los que encuentran mayor dificultad para su rehabilitación.

Un 5,8% no tiene estudios. La Enseñanza Primaria la ha superado el 19,18% de los encuestados, mientras el mayor porcentaje, un 53,42%, ha concluido la E.G.B. o ha realizado el Primer Ciclo de la Enseñanza Secundaria, y sólo un 2,74% ha realizado estudios medios y el 1,37% superiores.

A la hora de encontrar trabajo han tenido mayor posibilidades laborales aquéllos que concluyeron la Enseñanza Secundaria, en un 37,5%. Con respecto a las actividades laborales son la hostelería (17,81%) y la agricultura (12,33%) a las que han tenido mayor acceso, siendo el tiempo trabajado para un 21,92% de más de diez años. Supone que durante un período que han estado consumiendo realizaban actividades laborales, y dejan ésta cuando alcanzan un deterioro importante.

El inicio en el consumo se sitúa en torno a los 17 años, y un 30,14% ha consumido entre seis y siete sustancias distintas, destacándose así su carácter de policonsumidores. El consumo de sustancias que predomina es el de heroína y cocaína -rebujo (25% de heroína y 75% de cocaína)- para un 87% de los casos. El período de latencia en el consumo se sitúa alrededor de los diez años (9,45%).

Los recursos que han sido mejor valorados por los pacientes y de los que se encuentran más satisfechos son los de carácter residencial, los denominados Comunidades Terapéuticas. Manifestando en contra una espera muy prolongada para acceder a éstas, que se situaba como media en los 5-6 meses en la época de elaboración del informe, pero que al día de la fecha se ha reducido aproximadamente a la mitad.

Con relación a si han superado el problema de las drogas, sólo un 27,40% considera haberlo hecho en tratamiento, mientras que un 68,49% no lo han conseguido.

Sus mayores dificultades para superar el problema de las drogas están para el 61,64% en la carencia de trabajo, mientras que para el 35,1% lo es por carecer de vivienda propia y pareja estable.

De las opiniones de los profesionales que trabajan en el ámbito de las drogas, concluíamos lo siguiente:

Tienen una situación laboral cronificada muy inestable y precaria (23,85%), al estar vinculados a la Administración mediante contratos de obras y servicios, a pesar de su larga experiencia profesional.

Consideran muy importante la coordinación de la Red Pública de Atención a las Drogodependencias con otros servicios asistenciales que vienen a complementar su trabajo.

Con relación a la coordinación con otros servicios y programas el menos valorado es el Comisionado para las Drogodependencias, por debajo de los Servicios Sociales Comunitarios, Servicios de Salud y la Fundación Andaluza de Atención a las Drogodependencias (FADA).

Con respecto a las propuestas planteadas para mejorar los servicios y recursos asistenciales ven necesario incrementar su número, así como el personal que atiende a los mismos. El mayor énfasis debe ponerse en la prevención de las drogas, los recursos de reinserción social, junto a las necesidades de mejorar los niveles de coordinación que en estos momentos existen dentro de la Red. También consideran necesario supervisar y evaluar los programas, así como incrementar los recursos sociales (Centros de Emergencia Social, apoyo social a los programas de mantenimiento con metadona, intervenciones en centros penitenciarios...).

Con relación a los problemas más graves detectados debemos destacar la situación en los centros penitenciarios, debido sobre todo al escaso control e intervención sobre la población adicta. Ello lleva a que, en muchos casos, empeoren su situación o produzcan un elevado número de muertes por sobredosis, ante la mezcla de metadona con otros opiáceos.

En este sentido, se deben dotar de más medios humanos y materiales dado el amplio colectivo de internos que presentan este problema, más del 65% de la población reclusa. Por ello, resulta importante facilitar los tratamientos en centros terapéuticos en el exterior tal y como dispone el artículo 182 del vigente Reglamento Penitenciario.

Por otro lado, un amplio colectivo de pacientes ha puesto de manifiesto la falta de recursos sociales que les ayuden a iniciar un tratamiento de deshabituación a las drogas. Resulta difícil cuando no existe una familia de referencia, un grupo de ayuda o una motivación personal dejar de consumir, y, además, deben realizar una espera de algunos meses para acceder a un programa de internamiento. Ello nos llevó a afirmar que existen "urgencias sociales" en el tratamiento de las adicciones.

Otro sector de afectados, son el amplio colectivo de pacientes que presenta una patología dual. Son pacientes que presentan junto a un problema de adicción a las drogas un trastorno mental definido. Vienen a estar presentes en estos momentos en más de un 60% de los que se encuentran en tratamiento, y suponen una fuente de conflictos para los familiares y allegados. Si complejo resulta el tratamiento de una adicción a sustancias, cuando se ponen de manifiesto otros trastornos de personalidad llega a ser una situación que no puede ser abordada con los medios actuales de tratamiento. No es justo que las familias estén soportando solas estas situaciones, que no sepan dónde recurrir, qué hacer con sus hijos y cómo pueden encontrar un recurso capaz de estabilizarlos. En estos casos no se puede contar con la voluntariedad del paciente. Es necesaria una acción conjunta de las Administraciones que permita no sólo el internamiento sino un abordaje global de estos conflictos que lleve a estabilizarlos y, posteriormente, a intervenir sobre su adicción.

Con relación al conocimiento de los consumos de las distintas sustancias y sus tendencias, partimos de los estudios realizados hasta la fecha en la Comunidad Autónoma, dentro de la serie de los Andaluces ante las Drogas, la Encuesta Nacional sobre Drogas, la Encuesta Escolar y los datos aportados por el Observatorio de Drogas. De ellos, venimos a concluir que existe una clara disminución en la edad de inicio en el consumo y la vinculación que se produce entre el consumo de drogas legales y la utilización de los videojuegos, máquinas tragaperras,...; en definitiva, de otras adicciones comportamentales.

Así, incorporamos datos de un reciente estudio realizado por la Universidad de Granada, y encargado por las Asociaciones de Jugadores de Azar (FAJER), en el que se viene a concluir, con relación a estas nuevas adicciones, que el 7,4% de los alumnos de los últimos cursos de primaria y de Enseñanza Secundaria han jugado alguna vez o varias a máquinas tragaperras, lotería y cartas; el 2,9% van diariamente a salones recreativos y un 30% pasa entre 1 a 2 horas diarias con los videojuegos. Con respecto al alcohol, existe una baja percepción de riesgo, que lleva a admitir, entre los jóvenes comprendidos entre los 14 a 18 años, que beben mucho en un 7,4% y que un 39% se han emborrachado alguna vez. En cuanto al consumo de cánnabis se sitúa éste en un 21,3%, incrementándose en edades algo mayores, situándose por encima del 25% cuando se superan los veinte años.

Con relación al consumo de cocaína se sigue expandiendo, existiendo, además, otro indicador importante que nos pone de manifiesto la presencia de esta sustancia, como es el enorme incremento de los datos de aprehensión de la misma, así como el hecho de que ha venido a desbancar al consumo de heroína.

Venimos a concluir afirmando que el consumo de drogas, lejos de lo que se pensaba hace unos años, no disminuye sino que se adelanta la edad de inicio y existen sustancias que tienen una presencia importante entre los jóvenes (alcohol, tabaco, cánnabis y drogas de síntesis).

Al mismo tiempo que describimos estas situaciones, observamos una escasa presencia de programas generales de prevención en los distintos ámbitos (educativo, laboral y comunitario), así como un escaso interés o falta de orientación desde la Administración a la hora de actuar en el ámbito de prevención.

En este sentido, hemos realizado una revisión de las distintas alternativas puestas en marcha en estos años, y venimos a concluir, con los datos obtenidos, que existe una escasa presencia de programas y los que existen dan una sensación de auténtico desconcierto. No se ha realizado una evaluación de lo ejecutado hasta ahora o al menos que se haya hecho pública por la Administración. Entendemos, y así se nos ha puesto de manifiesto, que los recursos de prevención son escasos, en algunos ámbitos ridículos y se emplean con escaso rigor técnico.

En el ámbito educativo la implicación de las distintas administraciones con competencia en este área es escasa y con falta de orientación, y en el ámbito comunitario los programas se encuentran dispersos por las distintas Administraciones y la iniciativa social, donde priman más los criterios políticos que un deseo de cambio en la situación.

Con relación a la asistencia, se observa una clara tendencia a homogeneizar programas con la intención de reducir costes económicos, cuando se nos pone de manifiesto por los propios profesionales que existen perfiles distintos de pacientes que requieren de una atención más personalizada y adecuada a su situación, lo que debe suponer una mayor presencia de una variada cartera de servicios y programas acorde a la actual situación.

Hemos detectado en el programa de mantenimiento con metadona, con un importante crecimiento de pacientes que en estos momentos llega casi a los veinte mil, la falta de otros programas de apoyo social que les permitan no sólo estabilizarlos, sino avanzar hacia conseguir el objetivo final de la abstinencia y el abandono del consumo. Existen casi un 50% de los pacientes de este programa que están realizando un consumo compartido con otras sustancias, lo que supone un riesgo no controlado para sus vidas.

También es escasa la presencia de los denominados Centros de Emergencia Social, que aparecían ya como prioridad en el año 2000 y que suponen un primer acercamiento a los programas de tratamiento para las poblaciones más deterioradas.

Con relación a los programas de Incorporación Social, nos encontramos con dos graves problemas, por un lado el nivel de pobreza y por otro el de exclusión social del colectivo. En este sentido, hemos observado que las medidas más demandadas son las de empleo, aunque no se debe perder de vista que esta situación se agrava no sólo por la falta de éste, sino por la escasa capacitación para su desarrollo personal dentro del actual mercado laboral. Los programas que actualmente existen son escasos, cubren a unos pocos y no responden a sus exigencias más inmediatas. Debemos reconocer que el éxito de estos programas no sólo depende de la variable de empleo, sino del desarrollo de habilidades sociales, de los vínculos de convivencia, de la responsabilidad, la autoestima y del manejo de nuevas situaciones. Son estos factores, junto a las medidas de empleo, los que deberán incorporarse en la actual situación.

Con respecto al marco normativo de drogas, y que se sustenta en estos momentos en la Ley 4/1997 de Atención y Prevención en materia de Drogas y su modificación en la Ley 1/2001, ha tenido ésta un escaso desarrollo, como hemos ido recogiendo a lo largo de sus distintos apartados en el Informe. Es por ello necesario realizar una adaptación de la misma a esta nueva situación, donde se aborde el problema de las adicciones a las sustancias en un marco más amplio que vengan a incluir otras adicciones, que, como hemos visto, están presentes en estos momentos.

Otra cuestión que hemos detectado es la diferencia de criterios, de programas, de intervenciones y de orden de prioridades en las distintas provincias. Existen como diversos planes que a veces poco o casi nada tienen que ver en unas provincias con otras, faltan criterios de coordinación desde el órgano responsable, como ha sido puesto de manifiesto por los técnicos de los centros.

Además, existe un buen nivel de implicación de los profesionales, que no encuentran la misma respuesta de escucha ante la Administración. Desconocen como desarrollarán su trabajo en el futuro ya que existen diversas estructuras administrativas para la atención a las drogodependencias con competencias (Ayuntamientos, Mancomunidades de Municipios, Diputaciones, Consejería de Asuntos Sociales o la aparición de una Fundación para gestionar programas). En este sentido se debe profundizar en la definición del modelo, ya que en los últimos años no sólo se ha avanzado sino que se ha producido un claro retroceso hacia un modelo único e integrado de atención.

No obstante, debemos valorar positivamente la puesta en funcionamiento del II Plan de Drogas y otras Adicciones, aunque al mismo tiempo debe presentarse una mayor concreción en sus objetivos, con un calendario claro en su aplicación y un presupuesto acorde a los objetivos que se pretenden.

Así pues, recapitulando lo expuesto hasta ahora concluíamos nuestro Informe Especial con 28 Recomendaciones, que se han agrupado en función de las distintas materias que se han abordado a lo largo del mismo, y que de forma resumida expondremos a continuación:

- Deben crearse programas dirigidos a jóvenes que en estos momentos experimentan con sustancias que suponen riesgos para sus vidas.

- Se debe cambiar el marco normativo de las drogas que venga a regular los tratamientos de todo tipo de sustancias, siguiendo pautas ya existentes en otros territorios, no limitándose éste sólo a la heroína, cuando se observan serios problemas para su aplicación por el desfase del momento en el que viene a realizar.

- Se debe proceder a completar y desarrollar la actual Ley de Drogas 4/1997, para que ésta llegue a ser un elemento útil a la sociedad.

- Recomendamos la existencia de un Plan Estratégico de Prevención de las Adicciones a nivel General, con implicación de las distintas Administraciones y que cuente con la complacencia de los distintos sectores profesionales.

- Recomendamos se incrementen los niveles de participación de los distintos sectores en los órganos creados para este fin en el II Plan de Drogas y otras Adicciones, así como se debe redefinir el papel de la iniciativa social en sus distintas vertientes de intervención (programas, recursos,...).

- El Comisionado para las Drogodependencias debe liderar el papel que le viene reconocido en la Ley 4/1997, de prevención y asistencia en materia de drogas, en su artículo 27. Debe ejercer claramente como órgano de planificación contando para ello con los instrumentos necesarios en función de las necesidades.

Además, se debe romper esa dualidad que en estos momentos se produce entre este órgano y la Fundación Andaluza de Atención a las Drogodependencias.

Hay que adecuar los recursos a los distintos perfiles de los pacientes, incrementando la cartera de servicios que se le presta a la población. En este sentido, debe contemplarse de forma urgente el tratamiento a los pacientes con patología dual, las nuevas adicciones y los jóvenes consumidores de alcohol, cánnabis y drogas de síntesis.

- Refiriéndonos a los recursos asistenciales deben incrementarse éstos en aquéllos que presentan mayor demanda y que cuentan con mayor espera (Comunidades Terapéuticas, viviendas de acogida, viviendas de reinserción). Los recursos de apoyo social son imprescindibles para poder iniciar un programa de deshabituación.

- Con relación a los jugadores patológicos es necesaria una mayor implicación del Sistema Andaluz de Salud en los tratamientos de esta enfermedad. Para aquellos pacientes en situaciones difíciles y en crisis se debería promover un sistema de internamiento en centros.

- Con relación a los movimientos sociales que vienen interviniendo en el ámbito de las drogas mediante la vía de conciertos y convenios de colaboración, se debe tender a garantizar y a ampliar la vigencia de éstos que les permita asegurar su continuidad en el futuro.

- Se deben crear iniciativas dirigidas al empleo, que vengan a mejorar las condiciones de estos colectivos como un sistema que les ayude a subsistir una vez que rompen sus relaciones con las drogas. La actual situación parece impedir la ruptura con la marginación y la exclusión, aunque exista una clara voluntad de abandonar el consumo.

- Y por último, se debe retomar el consenso político que existió hace unos años en esta materia para asumir los nuevos retos que en el futuro se van a seguir planteando con relación a las adicciones.

Además de los aspectos recogidos en el Informe, y a las concluciones con las que se temina, debemos poner de manifiesto la existencia de un bloque de quejas que vienen a recoger las preocupaciones más inmediatas de los ciudadanos en esta materia, con relación a las adicciones.

Con relación con estas quejas que de forma específica afectan a esta materia, se detectan tres bloques muy diferenciados. El primero de ellos hace referencia a aquellos pacientes que se encuentran internos en centros penitenciarios y que presentan un problema de adicción a las drogas, teniendo dificultades por sus circunstancias de acceder a un tratamiento en el exterior. No obstante, desde el Área de Justicia de esta Institución se aborda el núcleo más importante de las mismas. En este sentido, en la queja 01/1312 venía a solicitar la interesada, en su condición de madre del penado, el ingreso en Comunidad Terapéutica dada su situación de toxicómano, cuando éste se encontraba en situación de preventivo. Momento, donde la decisión queda en manos de la Justicia, sin que ello sea óbice para entender la necesidad de recibir una atención a través de los dispositivos existentes dentro de los centros penitenciarios.

Además, detectamos un sector muy importante que requiere una atención sanitaria y social, y que se encuentra próximo o dentro de la exclusión social. Este amplio colectivo, se ve imposibilitado de seguir un tratamiento al carecer de vivienda o lugar donde habitar mientras inician el tratamiento, y así alejarse del entorno de la marginalidad, la calle o el lugar donde habitan. En este sentido, en sus visitas y demandas a esta Institución hemos encontrado las dificultades existentes de ser atendidos por los escasos recursos y plazas con que cuenta la Administración para estos perfiles, y las dificultades de ser atendidos por su condición de toxicómanos en los recursos normalizados (albergues, casas de acogida...). Su realidad se complica aún más cuando solicitan el ingreso en una Comunidad Terapéutica y esta se prolonga durante meses. En este sentido, nos hemos encontrado con quejas que pedían una mayor agilización de su caso por las posibilidades de poder mantenerse abstinente ante la situación de abandono en que viven.

En estos casos, debemos entender que las drogodependencias es un proceso, con lo que la patología adictiva no es algo construido de una vez para siempre. Sino que se va primando como un "elemento determinante de la manera de estar en el mundo", lo que va convirtiendo esa existencia en progresivamente más patológica, a través de afectaciones en los distintos niveles de la persona. Desde esa perspectiva, supone admitir que más que de curación debemos entender que se trata de un acompañamiento a la persona enferma, intentando que la situación patológica se acorte en lo posible o que transcurra con las consecuencias menos graves que se pueda.

Por ello, resulta necesario la creación de más recursos de carácter social que vengan a cubrir las carencias de estas poblaciones.

El otro bloque lo constituyen los enfermos de patología dual. Es decir, aquellos pacientes donde conviven unos trastornos psiquiátricos junto a la adicción a las drogas. Son pacientes que requieren de una atención especial, y que de forma individual o a través de la Asociación de Familiares de Pacientes Duales (AFEDU) se han dirigido a esta Institución para exponernos la angustia en que viven los familiares de los pacientes que presentan estos trastornos. En este sentido, destacar la queja 01/1604 presentada por la Asociación AFEDU, que nos venía a solicitar nuestro amparo ante las Administraciones competentes con relación a toda una serie de situaciones que afectan al ingreso de menores de edad en Unidades de Agudos, donde no existen unidades bien diferenciadas de los adultos, así como la falta de personal especializado para el traslado de los internamientos en Unidades de Agudo. En este caso, el protocolo actual de internamiento en estas Unidades obliga a que transcurran dos años al menos desde un alta para un nuevo ingreso, lo que supedita la enfermedad a un límite temporal.

Ello se complica aún más cuando a los pocos días de su ingreso en las Unidades de Agudos son dados de alta, quedando a merced de la calle sin que exista en ese momento ninguna otra posibilidad de tratamiento, tanto para la enfermedad mental como a su adicción a las drogas. En este caso, se pone de manifiesto la escasa coordinación de los recursos asistenciales de Salud Mental y de Drogas.

Junto a estas situaciones, se venía a recoger los problemas con la Justicia de estos pacientes, por lo que venían a reclamar que se arbitren medidas para que sólo sea un juez el que se encargue de los presos que presenten este diagnóstico. Así, se venía a apuntar la necesidad de que los presos con este tipo de perfil pudieran ser tratados en centros adecuados si existe esta voluntad.

A todas estas cuestiones planteadas, las Administraciones convocadas, el Comisionado para las Drogodependencias y el Servicio Andaluz de Salud, vienen a manifestar que "sería fundamental el conocimiento de la prevalencia del trastorno dual, y que se están dando pasos en esta dirección". También apuntan a que se ha constituido un grupo de trabajo para elaborar un protocolo conjunto de actuación. También, y desde los servicios de drogas se reconoce que "los Centros de Tratamiento Ambulatorio del Plan Andaluz sobre drogas no están diseñados para atender específicamente esta patología, por lo que se les deriva a los Equipos de Salud Mental". Al final, debemos reconocer, como mantiene la propia Asociación en su queja, que estos enfermos son maltratados por los sistemas de atención ante la ausencia de recursos especializados y la ausencia de unos cauces adecuados para su abordaje.

También reconoce la Administración que de los pacientes atendidos en 1999 en los distintos recursos de la Red de Atención a las drogodependencias y que presentan este perfil es de un 11,33% de los atendidos. Cifra ésta muy por debajo de las existentes en estudios y en datos publicados por otras Comunidades Autónomas (Madrid, Cantabria,...).

Esta situación fue además abordada a través de la queja 01/3290, instruida de oficio, en la que se aborda la muerte de una joven drogadicta acaecida en una calle de San Fernando (Cádiz). Este fallecimiento es un claro exponente de los hechos denunciados y recogidos en la queja anterior que hemos comentado, y donde se pone de manifiesto una vez más la falta de atención de estos pacientes. En el propio informe de la Administración, se viene a recoger que desde el Servicio de Drogodependencias de San Fernando se solicitó su ingreso, una vez que abandonó la Unidad de Agudos de Salud Mental, en varias asociaciones (Casa de Acogida para Enfermos de SIDA, Residencia El Madrugador, etc.) y fue desestimado su ingreso por varias razones "desde su toxicomanía, el trastorno mental, la falta de plazas, la no idoneidad del recurso, la falta de personal,...". Para concluir afirmando: "por tanto, entiendo que la asistencia prestada fue la adecuada a las características del caso, no disponiendo de información complementaria sobre las circunstancias que rodearon el caso".

La justificación dada a este caso, podría haber sido entendida, si por medio no existieran convenios con las instituciones citadas con la propia Administración, y no hubiese que lamentar la pérdida de una vida.

Un tercer bloque se refiere a la situación de los servicios, y que afectaron de forma específica a la provincia de Córdoba, con la queja 02/434 y la queja 02/837, donde por parte de los profesionales y los medios de comunicación se puso de manifiesto el deterioro de la asistencia en esa provincia a raíz del cambio del modelo asistencial, que se había realizado sin el consenso de los sectores afectados. Este modelo se basaba en el paso de las consultas de drogas, de forma rotatoria, por los Centros de Salud, en aquellos horarios y disponibilidades que fueran variables.

En ambos casos pudimos comprobar que por parte de las Administraciones existió una actitud de entender que las responsabilidades y cambios operados no estaban en el ámbito de sus competencias, y si habían actuado así se debía a que era algo pactado previamente. En este caso, como recogíamos en nuestro Informe Especial se venía a poner de manifiesto la falta de criterios claros que son necesarios cuando existen varias administraciones implicadas en una tarea (Consejería de Asuntos Sociales, Diputaciones Provinciales y Mancomunidades de Municipios). Se ve, a través de estas quejas, la necesidad de establecer claramente una estructura de coordinación y unos criterios de intervención que defina el modelo asistencial, así como se establezca un modelo de atención homogéneo en todas las provincias.

Con relación a los servicios prestados a los ciudadanos nos encontramos varias quejas que afectan directamente a la prestación de éste. Debemos destacar la queja 02/2729, en la que se puso de manifiesto por parte del interesado, padre de un drogodependiente, la imposibilidad de contar, en el momento que le fue indicada, con una plaza para desintoxicación en una de las unidades hospitalarias existentes. Esta dificultad se vio agravada por el cierre vacacional de la única unidad existente en Sevilla, Cruz Roja de Capuchinos, después del cierre en el 2001 de la Unidad del Tomillar. Al mismo tiempo se había cerrado durante dos meses la de Granada, y, también, comienzos del 2001 la de Málaga había dejado de prestar servicios. De esta forma las únicas seis camas para toda Andalucía para desintoxicación estaban en el Hospital Punta Europa de Algeciras.

Desde el Comisionado para las Drogodependencias se nos vino a decir que "las Unidades de Desintoxicación Hospitalarias dependientes orgánicamente del Servicio Andaluz de Salud, excepto la del Hospital Victoria Eugenia de Cruz Roja de Sevilla, que funciona merced a un concierto con esa entidad. Esta dependencia orgánica supone que el propio Hospital donde se encuentra ubicada la Unidad, organice los períodos vacacionales del personal sanitario adscrito".

Se nos indicaba la existencia de una reunión el 4 de Julio a propuesta del Comisionado para las Drogodependencias con responsables del SAS que "ya estaban definidos previamente y que no eran susceptibles de modificación, quedando estipulado el cierre de Cruz Roja desde la primera quincena de Julio a la primera quincena de Agosto, de Virgen delas Nieges julio y agosto, y Punta Europa en Agosto". Visto el plan establecido entre ambas administraciones, durante quince días de agosto no existía ninguna previsión para la desintoxicación hospitalaria. De esta situación, nuestro reclamante se dirigió a una Institución privada para atender la demanda de su hijo.

En este sentido, nos dirigimos al Servicio Andaluz de Salud exponiéndole, como esta población respetando los criterios y principios recogidos en la Ley General de Sanidad de 1986 y la Ley Andaluza de Salud de 1988 donde viene explicitado el derecho a la universalidad y equidad en el acceso, la concepción integral de toda la red asistencial y la continuidad asistencial; así como en lo establecido en el preámbulo del Real Decreto 63/1995, de 20 de Enero, sobre ordenación de las prestaciones sanitarias. Además, la propia Ley 4/1997, de 9 de Julio, de atención a las drogodependencias andaluza, en su art. 16, dispone que para el adecuado desarrollo de su atención integral al drogodependiente la Administración facilitará el acceso a los servicios y la continuidad asistencial, independiente de quien lo preste.

De esta forma veníamos a insistir que es necesario realizar una asistencia específica, integrada y continuada de la población drogodependiente, que por sus propias características no puede en muchos casos soportar una espera prolongada, ya que ello puede suponer la ruptura de su tratamiento y la pérdida de una oportunidad para recuperarse.

Por último, una de las sustancias que nos hemos vistos obligados a tratar durante este año, por su importancia e incidencia, han sido las denominadas drogas de síntesis. Así, los hechos ocurridos el pasado día 2 de Marzo de 2002, con el fallecimiento de dos jóvenes en una macro-fiesta celebrada en la ciudad de Málaga, en el Palacio de Deportes Martín Carpena, por consumo de "drogas de síntesis". Durante varios meses estos hechos produjeron en la opinión pública una fuerte alarma social, ante la problemática de estas sustancias en la población juvenil, así como se dieron a conocer nuevos casos. Desde 1992 se han producido en España el fallecimiento de 140 personas, siendo de forma directa por éxtasis 38, y el resto presentaban, además, restos de cocaína y opiáceos, según los datos suministrados por el Instituto Nacional de Toxicología.

Por estos motivos, se abrió la queja 02/793 instruida de oficio, en la que se venían a recoger los hechos luctuosos ocurridos en Málaga.

Tras recabar información del Ayuntamiento de Málaga y del Comisionado para las Drogodependencias, desde esta Defensoría, atendiendo al derecho de los ciudadanos a una atención y protección de la salud, se consideró conveniente preservar esta garantía y realizar las siguientes Recomendaciones:
"1. Necesidad de un previo compromiso con los organizadores de estos eventos, donde se garanticen las medidas preventivas pertinentes.

2. Distribución de agua gratuita en las discotecas.

3. Información a través de carteles y folletos sobre los riesgos del consumo de drogas de síntesis.

4. Análisis gratuito de pastillas.

5. Mayor vigilancia en los recintos para evitar la venta.

6. Creación de zonas "chillout" o de descanso, para los que se encuentren mal durante la fiesta.

7. Formación específica para el personal de seguridad de estas macrofiestas.

8. Mayor control y coordinación entre los distintos dispositivos de prevención que se establezcan, tanto en el ámbito de la intervención policial como sanitario o protección civil.

9. Mayor control de acceso a estos locales, cumpliéndose y cubriéndose lo previsto sobre el aforo autorizado.

10. Por último, se deben coordinar las distintas Administraciones Públicas para establecer los dispositivos preventivos que se consideren adecuados".

La emoción expresada familiar como factor pronóstico en toxicomanías

Guía con título:

La emoción expresada familiar como factor pronóstico en toxicomanías

ISBN 84-84999-902-5

Autores:
Enrique García
Alberto Espino
Begoña Pumar

El interés de esta obra viene dado por la necesidad de estudiar empiricamente las variables familiares que están asociadas a la recaída y abandono terapeúticos en las toxicomanías.

Estoy intentando localizar un ejemplar y así poder informar sobre como conseguirlo, si alguien tiene noticias sobre ello ruego nos lo haga saber.

Informe del Servicio Extremeno de Salud

El Servicio Extremeño de Salud ha editado este informe sobre el estado actual de los servicios en Patología Dual y sus sugerencias al respecto.

Se puede acceder a él pinchando en este enlace.

Estudio de Patología Dual por la Asociación Dual

La Asociación Dual dispone de servicios en regimen de pisos tutelados en la provincia de Madrid.

Su presentación, así como el análisis que realizan sobre la Patología Dual y el mapa existente en nuestro país puede ser visto pinchando en este enlace.

Contactar con ellos a través del Teléfono 91 323 15 55

Programa Antares

El programa Antares ha sido creado por la asociación Proyecto Vida para el tratamiento de la Patología Dual


Camino Fornet, 14
46670 La Pobla Llarga (Valencia)

T. 962 97 07 23

A través de este enlace se puede descargar su presentación y el extenso estudio sobre Patología Dual que han realizado

Resumen Asociación Dual, apreciaciones de interés para familias

PATOLOGIA DUAL: SITUACIÓN ACTUAL


En la actualidad, existen evidencias que señalan que un número importante de personas sufre simultáneamente trastornos adictivos y psiquiátricos.

Esta comorbilidad, incuestionable en ciertos casos, viene constatándose en múltiples y recientes estudios, por lo que supone un reto llegar a conseguir un consenso en torno a aspectos fundamentales relacionados con esta denominada patología dual.

En los últimos años se está produciendo una importante sensibilización al respecto y esto es debido a la demanda que en los servicios de atención a las drogodependencias y en los servicios de salud mental viene produciéndose relacionada con personas que sufren estos trastornos.

Por ello, parece deseable conseguir el objetivo de definir un conjunto de intervenciones rigurosas y validadas que permitan abordar eficazmente los problemas que sufren las personas afectadas por esta doble problemática.



UN SÍNDROME DE NUESTRO TIEMPO

La Patología Dual representa la asociación cruzada (coexistencia o co-morbilidad, si se prefiere) de dos situaciones clínicas: la presencia de un trastorno mental por un lado, y por otro, el uso patológico de sustancias tóxicas (consumo o abusos inadecuados, así como dependencia de drogas).

Tradicionalmente los afectados por una Patología Dual no han podido beneficiarse de los dispositivos asistenciales destinados al tratamiento de personas con problemas de salud mental o de drogas, debido, fundamentalmente, a la naturaleza especifica de cada una de las redes.

En respuesta a las necesidades planteadas por este colectivo se crea en junio de 2.000 la Asociación DUAL. Esta entidad comienza a gestionar en agosto de ese mismo año el primer piso para la rehabilitación integral de personas afectadas por este desorden.


PARA FAMILIAS: APRECIACIONES DE INTERÉS

Si eres un familiar de una persona afectada por una Patología Dual y has encontrado nuestra web, seguramente es porque estás cansado/a de buscar respuestas al problema que hay en tu casa y no has logrado encontrar ninguna alternativa satisfactoria.

O peor aún, has consultado otras páginas donde se apunta el nefasto pronóstico de este tipo de pacientes, su nula implicación terapéutica o su inabordabilidad clínica. Se trata de informaciones altamente negativas que en poco te van a ayudar a mejorar tu situación.

Por eso, nuestro interés es otro muy distinto: queremos ofrecerte información realista sobre la situación de los Pacientes con Patología Dual, pero comenzando por recordar que cada caso es un mundo y que, en este sentido, existe una gran diversidad de situaciones personales, familiares y sociales que van a dar lugar a respuestas diferenciales a los tratamientos. De este modo, lo primero que debes tener en cuenta es que no todos los pacientes con Patología Dual tienen mala respuesta a los tratamientos (si fuera imposible su abordaje clínico y psicosocial, hace tiempo que hubiéramos dejado de desarrollar nuestros proyectos!).

Aunque aquí te daremos algunas indicaciones generales, lo más importante es que recibas atención individualizada. Para ello puedes acudir al sistema ordinario de salud pública (es decir a tu Centro de Salud) para consultar con tu médico. También puedes dirigirte a los Cetros de Atención al Drogodependiente (en Madrid CAD o CAID). Si lo prefieres puedes consultarnos directamente a nosotros en el 91 323 15 55 y te pondremos en contacto con algún dispositivo de tratamiento.

Respecto al abordaje del paciente con Patología Dual dentro del marco convivencial debes tener en cuenta varias cosas fundamentales:

  • Es imprescindible que reciba tratamiento especializado. Si se niega habrá que desarrollar las estrategias que sean oportunas (con ayuda profesional preferentemente) para propiciar que realice el tratamiento con un riguroso cumplimiento. Para ello podemos partir de estrategias de negociación y, si no hay más remedio, desplegaremos presiones de corte impositivo.
  • Una vez en tratamiento, hay que tener en cuenta que tanto las citas, como la medicación y las actividades ocupacionales pautadas deben cumplirse. inexcusablemente (y sobre todo las citas y la toma de medicación).
  • Es muy importante lograr cuanto antes la abstinencia y la estabilización psiquiátrica. Para ello, los profesionales nos aconsejarán sobre alternativas que, en casos de extrema gravedad, pueden vincularse a ingresos psiquiátricos involuntarios. Opciones de este tipo, pueden hacernos sentir culpables y, a veces, acabamos por desestimarlas: hacer esto es un grave error; todo lo que tenga rango terapéutico y esté aconsejado por un profesional favorece la mejoría de nuestro familiar enfermo.
  • Por otro lado, sabemos que toda convivencia es complicada y lógicamente, la que se desarrolla con un paciente dual también. Si queremos mantener un clima de convivencia mínimamente aceptable es imprescindible que se respeten las normas básicas convivenciales: respeto, aceptación de normas de consenso, colaboración dentro de la casa, etc.
  • En ningún caso debemos consentir ni justificar en base a la enfermedad las circunstancias siguientes: faltas graves de respeto, agresiones físicas, amenazas o consumo de drogas dentro de la vivienda. No aplicar consecuencias a estos comportamientos solo nos va a traer más problemas (y esto se cumple siempre).
  • A su vez, es importante recordar una cosa: si el paciente es mayor de edad y no está incapacitado hay que tratarle como a un adulto y exigirle como a un adulto con problemas: ni es un tonto muy tonto ni un listo muy listo (si fuera muy listo no habría llegado al punto en que ahora se encuentra).
  • Por último, independientemente de que logremos o no, poner en tratamiento a nuestro familiar enfermo, tenemos derecho a que se nos asista profesionalmente (y a veces además de asesoramiento, también vamos a necesitar apoyo psicológico).

Intercambio de experiencias en Patología Dual

Asociación Dual
www.patoloíadual.com
T. 91 323 15 55

PATOLOGÍA DUAL

ITINERARIO TÉCNICO NACIONAL JULIO 2003


INTRODUCCIÓN

Desde su nacimiento en junio de 2000, la Asociación DUAL se ha mostrado interesada por ahondar en el conocimiento de la Patología Dual y profundizar en el estudio de las variables implicadas en su origen, evolución y curo con el fin de optimizar su tratamiento.

Desde hace tiempo, esta entidad se ha ido especializando en la gestión de recursos residenciales específicos para el tratamiento de este tipo de pacientes.

Desde la fase de diseño del primer recurso residencial en el año 2000, los técnicos vinculados a este proyecto han mostrado un decidido interés por conocer otros proyectos de intervención en Patología Dual.

De esta forma se fue forjando la idea de realizar un viaje nivel nacional que nos permitiera conocer de primera mano la intervención que se presta en otras autonomías y modelo de trabajo.

Es así, como tuvimos conocimiento de la existencia de dos Unidades de Patología Dual en Cataluña, de corta estancia, la primera en Martorell y la segunda en Sant Boi de Mar.

También contactamos con la Unidad de Patología Dual de Cantabria, situada en la Isla de Pedrosa. Tras contactar con los responsables de estos dispositivos, diseñamos un proyecto de viaje que bautizamos con el nombre de Itinerario Técnico Nacional – 2003 (una iniciativa para el intercambio de experiencias en el tratamiento de drogodependientes con patología dual).

Tras presentar este proyecto en el Departamento de Asistencia y Reinserción de la Agencia Antidroga de la Comunidad de Madrid, su responsable, Manuel Rivero, entendió que se trataba de una iniciativa suficientemente interesante como para ser financiada por dicha institución.

Es de esta forma como en la segunda semana de julio nos pusimos en marcha para visitar en primer lugar, la Unidad de Patología Dual de Martorell, después la de Sant Boi, especializada en alcohol, y finalmente la de la Isla de Pedrosa en Cantabria.

EL PROYECTO

1. JUSTIFICACIÓN

El aumento del número de casos de pacientes afectados por una Patología Dual y la necesidad de optimizar la atención a este colectivo está provocando, desde hace algunos años, un creciente interés no solo a nivel técnico sino también político.

Dicha circunstancia se va concretando en el aumento de iniciativas de todo tipo para mejorar la atención a este grupo de pacientes.

En el caso de la Comunidad de Madrid la entidad que suscribe este documento tiene concertadas catorce plazas con la Agencia Antidroga, que se distribuyen entre dos recursos residenciales.

A través de este concierto la Asociación DUAL asumió con este organismo el compromiso de recopilar y dar a conocer toda la información existente referida a la Patología Dual.

Por otro lado, y a través de la investigación que desarrollan los técnicos de esta entidad hemos tenido conocimiento de la existencia, dentro del ámbito nacional, de tres unidades de Patología Dual situadas en: - Martorell – CATALUÑA - Sant Boi – CATALUÑA - Isla de Pedrosa - CANTABRIA

En nuestro afán por conocer e intercambiar experiencias con otros profesionales vinculados al tratamiento de estos pacientes, así como por responder al compromiso de representar y difundir las iniciativas promovidas por la Agencia Antidroga, hemos programado un itinerario técnico que incluye visitas a los dispositivos arriba señalados.

Por último, y una vez que se haya completado este itinerario, donde no solo recibiremos información sino que también volcaremos la que a lo largo de estos tres años hemos ido acumulando, realizaremos un documento técnico donde reflejaremos las conclusiones extraídas de esta iniciativa.

2. OBJETIVOS

- Conocer las iniciativas que a nivel nacional se están desarrollando en el presente momento en el ámbito de la Patología Dual.
- Intercambiar experiencias sobre el tratamiento de los Pacientes con Patología Dual en distintas fases de su proceso de rehabilitación.
- Dar a conocer las iniciativas impulsadas por la Agencia Antidroga para el tratamiento de pacientes con Patología Dual en la Comunidad de Madrid.
- Elaborar un documento técnico donde se comparen y se analicen las diferentes iniciativas de tratamiento, incorporando el conocimiento técnico adquirido durante el viaje.

3. METODOLOGÍA

Esta iniciativa se llevará a cabo mediante la realización de un viaje que incluirá las siguientes visitas técnicas: - Martorell – CATALUÑA - Santo Boi – CATALUÑA - Isla de Pedrosa – CANTABRIA.

4. RESULTADOS

Como ya hemos señalado más arriba la fase final de esta iniciativa incluirá un documento donde reflejaremos:
- Centros visitados y profesional de contacto.
- Naturaleza del dispositivo.
- Perfil de usuario y tiempo de estancia.
- Objetivos generales de cada proyecto.
- Metodología.
- Conclusiones técnicas.


FICHA TÉCNICA DE RECURSOS


UNIDAD DE PATOLOGÍA DUAL – Martorell

I. DENOMINACIÓN
Unidad de Patología Dual (UPD). Director: Dr. José Javier Valls

II. GESTIÓN
Germanes Hospitalàries del Sagrat Cor de Jesús Sagrat Cor, Serveis de Salut Mental Centro con Plazas Concertadas de Cobertura Asistencial Pública

III. NATURALEZA DEL RECURSO
Centro de Alta Rotación y Corta Estancia. (Unidad de agudos específica para pacientes con Patología Dual). Desarrolla una intervención específica y puntual en el proceso de atención a Personas con Patología Dual.

IV. AMBITO DE ACTUACIÓN
Comunidad Autónoma de Cataluña

V. OBJETIVOS
Ofrecer un tratamiento específico, incidiendo especialmente en el adecuado diagnóstico y abordaje terapéutico de la psicopatología y del abuso o dependencia de sustancias.

VI. DISTRIBUCIÓN ESTRUCTURAL
1. Área de Evaluación: valoración inicial al ingreso.
2. Área de Crisis: atención a pacientes en crisis que precisan un tratamiento individualizado intensivo.
3. Área de Agudos:
a) Sección de actividades terapéuticas.
b) Sección de descanso.

VII. PLAZAS Y CRITERIOS DE INCLUSIÓN
25 plazas, de uso mixto, para pacientes con Patología Dual que presenten los siguientes criterios clínicos:
- Trastorno mental grave.
- Trastorno por uso de sustancias.
- Trastorno de conducta o situación clínica de difícil manejo (para la red de asistencia ambulatoria).
Se excluye a los pacientes que presenten:
- Trastorno por uso de sustancias como único diagnóstico y sin evidencias de alteración psiquiátrica.
- Patología orgánica grave descompensada actualmente.
- Trastorno antisocial de la personalidad como diagnóstico principal.
- Derivaciones motivadas por un cumplimiento de medida judicial.

VIII. ESTANCIA MEDIA
Entre 2 y 3 semanas.

IX. PROCEDIMIENTO DE DERIVACIÓN Y RETORNO
- Derivaciones procedentes de recursos de la red de salud mental y/o de la red de asistencia al drogodependiente.
• Procedimiento:
1. Comunicación telefónica con el director del centro para solicitar plaza.
2. Valoración técnica.
3. Aportación de hoja de derivación completa en fecha de ingreso, junto con analítica básica general así como serología VIH y hepatitis.
4. Ingreso.
5. Tratamiento.
6. Alta.
- Retorno a recursos de la red de salud mental y/o de la red de asistencia al drogodependiente.

X. COORDINACIÓN
La UPD, coordina el procedimiento de derivación, el plan terapéutico y el retorno a la red o la asignación de nuevos dispositivos de tratamiento para el paciente, hasta recibir el alta en la unidad.


UNIDAD DE PATOLOGÍA DUAL / ALCOHOLISMO – Sant Boi de Llobregat

I. DENOMINACIÓN
Unidad de Patología Dual – Alcoholismo (UPD/A) Director: Dr. Josep Solé

II. GESTIÓN
Germanes Hospitalàries del Sagrat Cor de Jesús Sagrat Cor, Serveis de Salut Mental
Centro con Plazas Concertadas de Cobertura Asistencial Pública

III. NATURALEZA DEL RECURSO
Centro de Alta Rotación y Corta Estancia. (Unidad de agudos específica para pacientes con trastorno por uso de alcohol y con enfermedad mental grave). Desarrolla una intervención específica y puntual en el proceso de atención a Personas con Patología Dual en las que el Alcohol es la sustancia problema
principal.

IV. AMBITO DE ACTUACIÓN
Comunidad Autónoma de Cataluña

V. OBJETIVOS
Ofrecer una atención especializada a las personas con un trastorno por alcohol más un trastorno mental severo, mediante la aplicación de programas terapéuticos integrados. Se incide en el adecuado diagnóstico y abordaje terapéutico de la psicopatología y del trastorno por alcohol.

VI. DISTRIBUCIÓN ESTRUCTURAL
1. Área de Hospitalización: para la residencia de los pacientes mientras reciben tratamiento.
2. Área de Despachos: para la gestión técnica de los casos.

VII. PLAZAS Y CRITERIOS DE INCLUSIÓN
20 plazas, de uso mixto, para pacientes con Patología Dual que presenten los siguientes criterios clínicos:
- Trastorno mental grave.
- Trastorno por uso de de alcohol.
- Situación clínica de difícil manejo (para la red de asistencia ambulatoria). Se excluye a los pacientes que presenten:
- Trastorno por uso de sustancias como único diagnóstico y sin evidencias de alteración psiquiátrica.
- Patología orgánica grave descompensada actualmente.
- Trastorno antisocial de la personalidad como diagnóstico principal.
- Derivaciones motivadas por un cumplimiento de medida judicial.

VIII. ESTANCIA MEDIA
Entre 2 y 3 semanas.

IX. PROCEDIMIENTO DE DERIVACIÓN Y RETORNO
- Derivaciones procedentes de recursos de la red de salud mental y/o de la red de asistencia al drogodependiente, así como de centros de alcoholismo.
• Procedimiento:
1. Comunicación telefónica con el director del centro para solicitar plaza.
2. Valoración técnica.
3. Aportación de hoja de derivación completa en fecha de ingreso, junto con analítica básica general así como serología VIH y hepatitis.
4. Ingreso.
5. Tratamiento.
6. Alta.
- Retorno a recursos de la red de salud mental y/o de la red de asistencia al drogodependiente, así como de centros de alcoholismo.
X. COORDINACIÓN
La UPD/A, coordina el procedimiento de derivación, el plan terapéutico y el retorno a la red o la asignación de nuevos dispositivos de tratamiento para el paciente, hasta recibir el alta en la unidad.


UNIDAD DE PATOLOGÍA DUAL – Isla de Pedrosa (Santander)

I. DENOMINACIÓN
Unidad de Patología Dual (UPD)
Directora: Dra. Esther García Usieto

II. GESTIÓN
Consejería de Sanidad, Consumo y Servicios Sociales Gobierno de Cantabria Centro con Plazas Concertadas de Cobertura Asistencial Pública

III. NATURALEZA DEL RECURSO
Centro de Media Estancia.
Desarrolla una intervención específica e integral que abarca desde la fase de desintoxicación hasta la reinserción del paciente.

IV. AMBITO DE ACTUACIÓN
Comunidad Autónoma de Cantabria

V. OBJETIVOS
Lograr la estabilización del cuadro diagnóstico que favorezca la integración social del residente y garantice la continuidad del tratamiento en régimen ambulatorio.

VI. DISTRIBUCIÓN ESTRUCTURAL
1. Área técnica: despachos, laboratorio y biblioteca.
2. Área Ocupacional Interior: talleres dentro del centro.
3. Área Ocupacional Exterior: talleres al aire libre.
4. Área de descanso: incluye biblioteca para pacientes.
5. Área de ocio y tiempo libre.

VII. PLAZAS Y CRITERIOS DE INCLUSIÓN
40 plazas, de uso mixto, para pacientes con Patología Dual, incluidos menores, que presenten los siguientes criterios clínicos:
1. Trastorno mental grave o evidencia de alteración psiquiátrica.
2. Trastorno por uso sustancias.
3. Aceptación voluntaria del ingreso por parte del paciente.
4. Cumplimiento de medida judicial. Se excluye a los pacientes que presenten:
5. Discapacidad que dificulte el normal desarrollo de las actividades del programa.
6. Trastorno por uso de sustancias como único diagnóstico y sin evidencias de alteración psiquiátrica.

VIII. ESTANCIA MEDIA
De 6 a 9 meses.

IX. PROCEDIMIENTO DE DERIVACIÓN Y RETORNO
1. Derivaciones procedentes de recursos de las redes de salud mental y/o de la red de asistencia al drogodependiente, integradas ambas en la Consejería de Sanidad, Consumo y Servicios Sociales.
• Procedimiento:
1. Comunicación telefónica con la directora del centro para solicitar plaza.
2. Aportación de informe del Equipo que deriva.
3. Entrevista de evaluación.
4. Valoración técnica.
5. Ingreso.
6. Tratamiento.
7. Alta.
- Retorno a recursos de la red de salud mental y/o de la red de asistencia al drogodependiente, dependientes ambas de la Consejería de Sanidad, Consumo y Servicios Sociales.

X. COORDINACIÓN
La UPD, ofrece seguimiento al alta en régimen ambulatorio y en coordinación con el/los Centro/s de Referencia.


PISOS DE PATOLOGÍA DUAL (PPD) – Madrid

I. DENOMINACIÓN
Pisos de Apoyo al Tratamiento y la Reinserción para Drogodependientes con Patología Dual.
Dirección: María Padrino – Gerente .Raúl Izquierdo – Coordinador Técnico

II. GESTIÓN
Asociación DUAL
Agencia Antidroga, Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid Centros con Plazas Concertadas de Cobertura Asistencial Pública

III. NATURALEZA DEL RECURSO
Centro de Media a Larga Estancia. Desarrolla una intervención específica e integral en un recurso residencial en régimen normalizado. El tratamiento se desarrolla en coordinación con un recurso de tratamiento de primer nivel (CAID).

IV. AMBITO DE ACTUACIÓN
Comunidad Autónoma de Madrid.

V. OBJETIVOS
Lograr la estabilización del cuadro diagnóstico y potenciar el proceso de rehabilitación psicosocial del residente para favorecer su integración social.

VI. DISTRIBUCIÓN ESTRUCTURAL
Dos pisos con la siguiente distribución:
1. Área de convivencia: habitaciones, cocina, salón y aseos.
2. Área de talleres: sala polivalente.
3. Área técnica: despachos y sala polivalente.

VII. PLAZAS Y CRITERIOS DE INCLUSIÓN
14 plazas para pacientes varones, distribuidas en dos pisos de 7 plazas cada uno, que cumplan los siguientes requisitos:
- Trastorno mental grave o evidencia de alteración psiquiátrica en tratamiento.
- Trastorno por uso sustancias que no se encuentre en fase activa.
- Aceptación voluntaria del ingreso por parte del paciente.
- Cumplimiento de medida judicial. Se excluye a los pacientes que presenten:
- Discapacidad que dificulte el normal desarrollo de las actividades del programa.
- Trastorno por uso de sustancias como único diagnóstico y sin evidencias de alteración psiquiátrica.
- Trastorno mental como único diagnóstico sin evidencias de trastorno por uso de sustancias.
- Alteraciones del comportamiento que dificulten el desarrollo de la convivencia en un entorno social normalizado.

VIII. ESTANCIA MEDIA
Entre 6 y 12 meses.

IX. PROCEDIMIENTO DE DERIVACIÓN Y RETORNO
- Derivaciones procedentes de recursos de la red de la Agencia Antidroga a través de lista de espera centralizada.
• Procedimiento:
1. Aportación de informe de derivación.
2. Entrevista de evaluación coordinada (Psicólogo del piso / Trabajadora Social del CAID de Tetuán).
3. Valoración técnica.
4. Derivación al CAID de Tetuán.
5. Ingreso en piso.
6. Tratamiento.
7. Alta.
- Retorno a los recursos de tratamiento de origen o asignación de nuevos dispositivos de tratamiento.

X. COORDINACIÓN
Los PPD, coordinan y centralizan en torno a sí todas las intervenciones y actividades que el residente desarrolla mientras dura su estancia en el recurso.


CONSIDERACIONES CRÍTICAS


Tras la realización del Itinerario Técnico Nacional – 2003 se ha ido generando un debate dentro de este Equipo acerca de la naturaleza de los recursos que, incluido el nuestro, se han ido diseñando para responder adecuadamente a las nuevas necesidades planteadas por este tipo de pacientes.

En este sentido disponemos de tres modelos cuyas características principales se han descrito arriba y que sintetizamos a continuación:

- El modelo de Cataluña: que crea unidades especializadas en el tratamiento de síndromes agudos para pacientes con Patología Dual. Así mismo trata de ubicar clínicamente el caso para devolver al paciente, una vez estabilizado, a su recurso de origen. Una novedad en este tipo de dispositivos es la apertura asistencial hacia ambas redes (drogodependencias y salud mental) así como la realización de correcciones técnicas al itinerario rehabilitador del paciente (contactándole con un nuevo recurso donde estaba siendo tratado o derivando a otro más adecuado que el dispositivo de origen).

- El modelo de Cantabria: que opta por la asistencia integrada en una Comunidad Terapéutica que abarca distintas fases del proceso, desde la propia desintoxicación y estabilización psiquiátrica hasta la preparación para la inserción en un medio social normalizado. La asistencia en este caso es clínica y psicosocial. Permite el diagnóstico y el adecuado abordaje multidisciplinar durante la estancia del paciente.

- El modelo de Madrid: que opta por la adaptación de los Centros de Asistencia Integral al Drogodependiente (CAID) junto con la creación de recursos residenciales que apoyen y consoliden el tratamiento de estos paciente. De esta forma se crea un Programa de Atención Psiquiátrica en los CAID desde el que se estructura el tratamiento del paciente dual. En el caso de los recursos residenciales estos no asumen un mera función educativa sino que tratan de rentabilizar al máximo su potencial técnico, de modo que se estructuran como centros de tratamiento clínico y psicosocial vinculados a la colaboración y supervisión del CAID. De esta forma la coordinación se configura como el eje estratégico.

EL MODELO DE CATALUÑA

En relación a la naturaleza del recurso, destacamos los siguientes parámetros como fundamentales en la configuración del dispositivo:

- Alta rotación.
- Corta estancia.
- Intervención específica y puntual. Es así que el modelo catalán apuesta por la creación de unidades específicas de hospitalización breve. En este sentido, no solo se crea una primera Unidad de Patología Dual (lo cual ya representa un importante grado de especialización) sino que la apertura de la segunda se centra, al menos en su diseño, exclusivamente en pacientes con alcoholismo.

Este modelo de atención específica apunta hacia una parcelación de la Patología Dual, desglosando cuadros diagnósticos que darían lugar a un sinnúmero de síndromes clínicos y a la consiguiente necesidad de especializar nuevos recursos para la atención a cada uno de ellos (o de sus grupos).

No obstante, el desarrollo del modelo catalán se centra en este momento en la apertura de unidades de hospitalización breve que son, desde una perspectiva psicopatológica, similares en sus objetivos clínicos a las unidades clásicas de agudos: estabilización psiquiátrica, diagnóstico y tratamiento urgente.

La diferencia estriba en la existencia de una vía de comunicación con dispositivos de las redes de salud mental y de drogodependencias y en que se realizan desintoxicaciones programadas dentro del mismo centro.

Las derivaciones proceden tanto de recursos de un lado como de otro y la continuación del tratamiento en el recurso adecuado se gestiona desde la propia unidad.

De este modo, entendemos que la UPD representa un recurso donde confluye la información procedente de profesionales de ambas redes vinculados a un mismo caso.

En este sentido, puede representar una opción de coordinación entre profesionales, pero quizá, se corra el riesgo de que esto suceda solo mientras dure el ingreso del paciente, ya que, una vez ha sido dado de alta, éste retorna a su centro (o centros) de origen, de modo que, si el paciente recibe tratamiento en dispositivos de ambas redes, nadie garantiza la comunicación entre profesionales.

Y este es un problema añadido que discutiremos más adelante: la posibilidad de adecuar las redes clásicas a los nuevos perfiles de los pacientes. Evidentemente una vez fuera de la UPD se corren los riesgos tradicionales del tratamiento en paralelo de la Patología Dual.

Por otro lado, una importante ventaja que ofrece la UPD es su capacidad para generar aproximaciones diagnósticas mientras el paciente permanece ingresado.

Así mismo, la existencia de un historial del paciente permite, por un lado, la refutación de dichas aproximaciones así como la optimización de la intervención ya que será el mismo Equipo el que le asista en futuras recidivas. En este sentido, la especialización del Equipo Técnico en pacientes duales y la oferta de un tratamiento en un centro exclusivamente diseñado para ello, permite la realización de diagnósticos más ajustados y, por tanto, la planificación de la estrategia terapéutica de continuidad subsiguiente.

De otra parte, la experiencia en el tratamiento de la Patología Dual permitirá discriminar de una manera más adecuada, si los cuadros psicopatológicos se deben a una intoxicación, a una reacción fruto de la abstinencia o a una psicopatología de base o secundaria a consumo. Esta importante ventaja es común al recurso de Cantabria, que a continuación comentaremos y por eso lo señalamos aquí.

No obstante, y una vez que se produce el alta de la unidad nos encontramos con una vieja limitación en este tipo de casos: la inexistencia de recursos específicos de continuidad, no solo en el plano clínico sino también, y sobre todo, a nivel psicosocial.

Es por ello que, a pesar de que la UPD representa un paso hacia delante en la línea de crear recursos específicos para el abordaje de la Patología Dual, su configuración actual resulta insuficiente mientras no existan recursos adaptados que permitan la continuidad de un tratamiento especializado para estos pacientes.

EL MODELO DE CANTABRIA

En cuanto a la naturaleza del recurso, destacamos en este caso:
- Intervención integral y específica.
- Media estancia.

El modelo cantabro opta por abarcar los ejes clínico y psicosocial en un tratamiento integrado dentro de un recurso específico para este tipo de pacientes.

La UPD cántabra es una Comunidad Terapéutica exclusiva para el tratamiento de Personas con Patología Dual. En ella, y como se ha indicado antes, el paciente puede comenzar su tratamiento desde el principio: allí realiza la desintoxicación y es psiquiátricamente estabilizado. A continuación se diseña la estrate
gia de tratamiento para un plazo que oscila entre seis y nueve meses.

Esto permite contrastar y modificar las hipótesis diagnósticas iniciales. Del mismo modo, la alta supervisión del recurso y la temporalidad de la estancia posibilitan la obtención de un gran volumen de información relativa a la evolución de cada caso, lo que a su vez, dará lugar a la evaluación continua de las estrategias terapéuticas así como a la realización de las correcciones técnicas que sean necesarias.

Por lado, entendemos que la configuración del recurso ofrece un nuevo elemento de rentabilidad en la medida en que permite la realización de estudios longitudinales sobre el origen, evolución y curso de los trastornos.

Ahora bien, es esa misma configuración la que plantea algunos inconvenientes:

- Si bien los pacientes disponen de un tratamiento que abarca las primeras fases y continua hasta una etapa que favorece la reinserción social, la continuidad del tratamiento específico e integrado no se garantiza después del alta, ya que no existen recursos clínicos o psicosociales específicos para ellos.

- La alta protección que representa un recurso del tipo Comunidad Terapéutica, e incluso el adecuado ajuste del tratamiento mientras dura la estancia, puede comprometer la estabilidad del caso al alta una vez que regresa a su entorno convivencial normalizado. Este riesgo, clásico tras los tratamientos en entornos altamente protegidos, no se corrige en este caso. Consideramos en este sentido que se compromete la gradación en uno de los parámetros centrales del proceso rehabilitador: el eje protección exposición. De hecho, pensamos que deberían existir recursos de continuidad especializados para pacientes duales que apoyarán este proceso (no necesariamente de naturaleza residencial, aunque sí resultan adecuados tras un tratamiento en entorno residencial altamente protegido).

- El alto grado de especificidad e integración del tratamiento, provoca que todo el proceso se lleve a cabo dentro del recurso. Solo cuando se produce la recepción de una solicitud de plaza o cuando se produce el alta del paciente se contacta con los profesionales de la red de salud mental o de drogodependencias. Mientras dura el tratamiento la UPD no necesita coordinarse con el centro de origen o de destino, con lo que se pierde un canal de coordinación que podría acercar a los profesionales de los centros ambulatorios a la realidad de los pacientes duales.
La consecuencia es que la UPD asume el tratamiento especializado pero el paciente al alta regresa a una red asistencial (o a ambas) no adaptadas por su propia naturaleza al tratamiento de la Patología Dual. En el caso en que el paciente reciba asistencia en ambas redes, salud mental y drogodependencias, se vuelve a correr el riesgo de que el paciente reciba un tratamiento en paralelo (después de haber recibido un intenso y adecuado tratamiento integral).

EL MODELO DE MADRID

Acerca de la naturaleza del recurso, destacamos los siguientes elementos:
- Intervención específica e integral.
- Larga estancia en entorno social normalizado.
- Coordinación con el CAID (Centro de tratamiento ambulatorio). En Madrid, se está desarrollando una estrategia de adecuación de los centros ya existentes para asimilar los casos de Personas con Patología Dual. Es de esta forma como surge el Programa de Atención Psiquiátrica de los CAID.

De otra parte se abren Pisos de Apoyo al Tratamiento y la Reinserción para Personas con Patología Dual en contextos sociales normalizados. Esto obliga a que se estructure una línea de intensa coordinación entre el CAID como recurso de referencia para el tratamiento y el piso, que no solo asume un papel educativo sino que desarrolla labores de ajuste, contención y seguimiento clínico.

Este modelo permite el flujo de información entre profesionales de diversos recursos y hace del piso un eje coordinador de cuantas intervenciones se estén desarrollando sobre un paciente.

El esfuerzo en este sentido es mayor, porque el tratamiento no queda centrado en un único dispositivo (lo que plantea algunas dificultades: riesgo de duplicar intervenciones, dificultad para establecer quién dirige la intervención, peligro de que el paciente se fatigue, etc.) y hace depender de la coordinación, como eje en sí mismo, buena parte del tratamiento.

No obstante, hace posible que el paciente se integre en un tratamiento altamente normalizado, acudiendo a sus citas ambulatorias, en cuyo régimen continuará posteriormente su tratamiento, pero teniendo como referente un recurso residencial especializado en el abordaje terapéutico de su trastorno.

De este modo, el paciente con Patología Dual va asumiendo un creciente grado de autonomía con un apoyo que se va retirando progresivamente. Ahora bien, el piso no deja de ser un recurso de alta protección, con supervisión educativa durante todo el día a lo largo de todo el proceso.

Esto vuelve a plantear problemas al alta, cuando el paciente, a pesar de haber adquirido una buena vinculación con el centro ambulatorio, regresa a su entorno convivencial sin haber pasado por recursos residenciales de protección modulada. La propia configuración de piso normalizado, exige un grado de autonomía y competencia que en muchas ocasiones no posee el paciente dual.

Esto obliga a reducir la población objetivo que puede beneficiarse del programa, para lo cual deben realizar procesos de rehabilitación previos que, si bien tratan de adaptarse a las peculiaridades de estos pacientes, no son específicos para su tratamiento.

Entre las ventajas, también encontramos la capacidad de observar en el tiempo al paciente, con lo que se pueden contrastar hipótesis diagnósticas y realizar correcciones técnicas que ajustarán el caso. Así mismo, la configuración del recurso permite obtener información sistemática para la posterior realización de documentos técnicos.

No obstante la naturaleza del recurso existente en este momento plantea limitaciones evidentes: es un recurso residencial especializado, pero de transición, donde no existe un recurso específico de capacitación previa (donde se pueda estabilizar al paciente o lograr su abstinencia) y donde tampoco existe un recurso de continuidad que no sea el centro ambulatorio que incorpora nuevos programas para adecuar su atención a estos pacientes.



REFLEXIONES GENERALES


EL TRATAMIENTO DEL PACIENTE DUAL

Entendemos el tratamiento del paciente con Patología Dual como un proceso fluctuante que se desarrolla a largo plazo, y que por tanto, va a precisar de recursos de diversa índole que se ajusten al momento evolutivo de la patología.

Partiendo de esta premisa (en la que coinciden todos los profesionales que se dedican a la asistencia de este tipo de pacientes) cobra sentido el concepto de Itinerario Rehabilitador.

Se trata del diseño y desarrollo de diversas fases del tratamiento que variarán en función de las necesidades de cada paciente. Este Itinerario Rehabilitador será variable y estará sujeto a continuas evaluaciones y a las correspondientes correcciones técnicas.

Por otro lado, si reconocemos la peculiaridad que en sí misma supone la Patología Dual, y si estamos en condiciones de reconocer que como tal plantea necesidades específicas, precisaremos para el diseño y posterior desarrollo del Itinerario Rehabilitador de un mayor número de recursos y programas específicos para el abordaje integral de este problema.

Y es en este punto, donde ya desde nuestra práctica encontramos carencias asistenciales: no existen recursos ni programas adaptados para el desarrollo de un itinerario que cubra mínimamente las necesidades de los pacientes. Y desde luego es ingenuo pensar que el paciente dual clínicamente estabilizado puede beneficiarse de los recursos destinados para la población normal o para otro tipo de población (centros de formación ocupacional, recursos residenciales, servicios de búsqueda de empleo, centros de día, etc.).

Esto, como señalábamos en las consideraciones críticas anteriores hace que los recursos en los que se centran los diferentes modelos autonómicos, sean exclusivos dentro de las estrategias asistenciales, y obliga a que el itinerario rehabilitador del paciente dual, dependa de dispositivos o programas no específicos para su tratamiento (habitualmente centros de salud mental, centros atención al drogodependiente, comunidades terapéuticas no adaptadas, pisos de estancia no adecuados, etc.).

Por otro lado, nos encontramos con un argumento razonable que compartimos todos: no tendría sentido construir una tercera red de asistencia, al margen de las ya existentes para drogodependientes o para enfermos mentales.

Pero lo que sí es cierto es que exigir al paciente dual que se asimile a redes no diseñadas para su tratamiento, podría desbordar los recursos hasta ahora existentes (como ya ha empezado a suceder) y no satisfaría las necesidades de esta población.

Una alternativa a este estado de cosas, sería el diseño y puesta en marcha de recursos y programas específicos que den cobertura a distintas fases del proceso de tratamiento. Se trataría de recursos piloto, como los que se están creando en diferentes autonomías, desde los que generar programas específicos que permitan adaptar los recursos ya existentes a las necesidades de este colectivo. Y aquí volvemos a encontrar dificultades.


• Sobre la conceptualización de la Patología Dual

La primera de las dificultades surge de la propia concepción de Patología Dual entre profesionales: mientras que nosotros, en esta entidad, la concebimos como una configuración patológica en sí misma, que es cualitativamente distinta de la suma de los ejes que la componen, otros profesionales consideran que la patología dual es la consecuencia de un trastorno mental encubierto o manifiesto, y otros que se trata del impacto de los nuevos patrones de consumo. Ya en esto, los técnicos que nos dedicamos al tratamiento diferimos.

Ahora bien, existe también controversia sobre el tipo de trastorno mental que se debe considerar en la configuración de un cuadro dual: hay quien afirma que solo deberían ser susceptibles de tratamiento los pacientes del Eje I, excluyendo así a todos los trastornos de personalidad.

Tampoco existe acuerdo sobre si la patología dual ha de abarcar los patrones de uso, abuso o dependencia en cuanto a la patología adictiva, o solamente el último de ellos.

• Sobre la prospección de necesidades

Una de las constantes observadas en los dispositivos visitados durante el Itinerario Técnico, y que compartimos desde esta entidad, es que la creación de dispositivos para el tratamiento de estos pacientes no se ha realizado sobre la base de ningún estudio de prospección de necesidades. Tanto es así que en Cataluña encontramos unidades hospitalarias de corta estancia, en Cantabria comunidades terapéuticas adaptadas y en Madrid pisos de apoyo al tratamiento vinculados al Centro Integral de Atención al Drogodependiente. La diferencia en el establecimiento del punto de partida es notable:

- Cataluña apuesta claramente por la intervención clínica específica que desde un punto de vista psiquiátrico, realiza una intervención puntual.

- Madrid se centra en el abordaje específico desde un punto de vista clínico y psicosocial. La intervención psiquiátrica se presta en los CAID a través del Programa de Atención Psiquiátrica, y en el piso se realiza una labor clínica de seguimiento, contención y asistencia en crisis, así como un intenso proceso de rehabilitación psicosocial, aspectos que están permanentemente coordinados con el Equipo Multidisciplinar del Centro de Referencia.

- Cantabria integra ambas intervenciones, clínica y psicosocial, en un mismo recurso, y de forma longitudinal, pero solo en una fase del proceso (el tiempo que dura la estancia en comunidad).

Consideramos que sería necesario conocer mejor a esta población antes de diseñar un recurso piloto, aunque sí entendemos que el propio recurso experimental y el desarrollo de su intervención en el tiempo, permitirán ir conociendo las necesidades de los pacientes (ahora bien, de los que son susceptibles de ser tratados en él y no del resto).

El problema de diseñar un recurso sin haber realizado antes un estudio de necesidades es evidente: el recurso se diseña (a veces intuitivamente, a veces basado en modelos previos que se adaptan) y es el paciente el quien se ajusta a ese diseño técnico, y no al revés.

En algunas ocasiones serán las peculiaridades de este tipo de paciente las que obligarán al recurso a realizar modificaciones técnicas para tratar de satisfacer sus necesidades.

En otras ocasiones, el paciente susceptible de beneficiarse del recurso específico representa solo a un subgrupo de esta población, quedando fuera el resto de personas con patología dual.

El conocimiento de las necesidades que plantea esta población es cada vez mayor, pero ¿cómo sabemos que el recurso que diseñamos es el más adecuado para el mayor número de pacientes? Solo un correcto estudio de este colectivo permitirá diseñar los recursos y programas específicos que respondan adecuadamente a las necesidades de este colectivo.

• Sobre los niveles de tratamiento

Otro debate pendiente entre los profesionales vinculados al tratamiento de personas con patología dual es el de la descripción de los niveles de intervención.

Este aspecto está íntimamente ligado al de la conceptualización de la Patología Dual, ya que en función de cómo entendamos el trastorno concebiremos la intervención. Es decir, si pensamos que la patología dual es un problema fundamental o exclusivamente clínico, diseñaremos recurso de esa naturaleza.

Ahora bien, si reconocemos que el trastorno afecta a otras esferas, o más aún, que esas áreas afectan decisivamente la estabilidad clínica, optaremos por otro tipo de planteamiento.

Sobre la etiología del trastorno no discutiremos aquí, ni entraremos en la polémica conceptual sobre la preponderancia clínica de la patología dual.

Preferimos centrarnos en que una vez configurado el cuadro dual como tal, el tratamiento debe ser multinivel y por tanto ha de abarcar:

- Intervención clínica: para lograr y mantener la estabilización del paciente en ambos ejes (psicopatología y drogodependencia).

- Intervención psicosocial: que aborde necesidades de todo tipo durante el itinerario rehabilitador.

- Cobertura social: que consolide los logros alcanzados durante el proceso y no ponga al paciente en una situación de riesgo de exclusión que terminará inevitablemente en un proceso de recaída global.

• Sobre los niveles de gestión administrativa

En relación a lo anterior, entendemos que la propia complejidad de la patología dual, que vincula un problema de drogas y un trastorno psicopatológico, implica a las propias estructuras de gestión administrativa de cada autonomía.

El establecimiento y la definición de las administraciones competentes repercute de forma decisiva en el diseño y gestión de los diferentes recursos y programas.


Los dispositivos analizados en este documento dependen de distintos órganos administrativos en función su política autonómica.

Así tenemos:
- Cataluña: las UPD dependen del Servicio de Salud Mental.
- Cantabria: la UPD depende de la Consejería de Sanidad, Consumo y Servicios Sociales.
- Madrid: los PPD dependen de la Agencia Antidroga, órgano autónomo e independiente de la Consejería de Sanidad.

Consideramos fundamental que en el diseño de recursos para el tratamiento de personas con patología dual estén integradas las administraciones que gestionan la red de salud mental y la red de drogodependencias en cada región.

Solo en Cantabria parece que esto sucede así. La importancia de este entendimiento entre administraciones se observa en la práctica profesional diaria, ya que la no vinculación de ambas estructuras en el diseño y la gestión de los recursos representa la certificación a nivel institucional del tratamiento en paralelo (cuando no secuencial) como una alternativa real para el abordaje terapéutico de la patología dual.

Parece obvio, que si no existen o no se disponen canales de comunicación entre las propias administraciones no podemos exigir a los profesionales de cada red un esfuerzo de coordinación permanente con compañeros de otros dispositivos en la gestión técnica de cada caso.

En esta ocasión, es la propia vertebración del sistema asistencial la que plantea dificultades para la creación y desarrollo de recursos y programas específicos e integrales en el tratamiento de la patología dual.


ALTERNATIVAS AL TRATAMIENTO DE LA PATOLOGÍA DUAL

A lo largo del presente documento hemos mencionado la necesidad de diseñar un mayor número de recursos y programas, y también hemos aludido a algunas fórmulas para satisfacer las necesidades del creciente colectivo de personas con patología dual en relación a la gestión de un itinerario rehabilitador completo.

Nosotros distinguiremos entre dos estrategias no incompatibles:

- El diseño y la apertura de nuevos recursos: de naturaleza específica e integral, que abarquen fases estratégicas del proceso de tratamiento. Aunque, en principio, esto puede sugerir o apuntar hacia la creación de una nueva red (independiente de la de salud mental y de la drogodependencias), a nosotros no nos parece inadecuado que se vertebre una red mínima de recursos que en ningún caso aspiraría a alcanzar la magnitud de las ya existentes.

Para que esta estrategia resulte rentable a todos los niveles, esta red mínima debe ocupar una posición intermedia y servir de eje coordinador entre las ya existentes. Esta estrategia resolvería algunos problemas: orientaría la gestión de los casos hacia la intervención integral, facilitaría la comunicación Inter-redes y asumiría la responsabilidad de vincular técnicamente a profesionales de procedencias diferentes.

Pero para que esta red mínima pudiera realizar sus funciones con garantías, sería necesario contar con el apoyo institucional de los representantes de las administraciones implicadas en cada tratamiento. Por otro lado la red habría de abarcar entre sus recursos todos los niveles de intervención.


- El diseño de nuevos programas para la atención a este colectivo: no solo su desarrollo dentro de la red anterior sino para incorporarlos dentro de los recursos ya existentes en las dos redes y adaptar progresivamente estos dispositivos a la atención de pacientes con patología dual.


INTERCAMBIO DE EXPERIENCIAS: UNA APUESTA POR LA COHESIÓN

Para finalizar este documento, debemos señalar el acuerdo con los responsables de todos los recursos visitados en señalar la importancia de desarrollar iniciativas que permitan el intercambio de experiencias entre los técnicos vinculados al tratamiento de la patología dual.

De hecho la iniciativa representada por el Itinerario Técnico – 2003 ha tenido entre los recursos visitados una gran acogida, especialmente por lo que implica no solo en cuanto a presentación de dispositivos sino, sobre todo, a intercambio de conocimientos adquiridos en la experiencia de todos aquellos que desarrollamos nuestra actividad profesional en recursos específicos para el tratamiento de la patología dual.

Este mismo documento certifica la utilidad y la rentabilidad de este tipo de iniciativas de acercamiento técnico, en la medida en que permite realizar una presentación sintética de los dispositivos existentes en la actualidad y, a su vez, realizar consideraciones críticas sobre la configuración de los recursos hasta hoy diseñados apuntando hacia la necesidad inminente de crear otros nuevos de diversa naturaleza.

En este sentido, consideramos que sería de gran utilidad la realización de jornadas para favorecer este intercambio y la generación de grupos de trabajo entre profesionales de distintas autonomías que están desarrollando proyectos diferentes dirigidos a un mismo colectivo: las personas con patología dual.