LA PATOLOGÍA DUAL EN LA ENFERMEDAD MENTAL CRÓNICA
Jon Baraiazarra Ruiz
María Jesús Escobar Fernández
Juan Luis Omagogeaskoa Ondaro
Abril 2004
INTRODUCCIÓN
Hasta no hace muchos años, la Enfermería era la profesión que se dedicaba al cuidado de los pacientes de cualquier patología, en cualquier ámbito, indiscriminadamente, y ha sido de esta manera como se ha venido desarrollando la labor asistencial a lo largo de la historia.
En cambio, ya en el 1970, la Enfermería que trabajaba en el campo de la Salud Mental comenzó a andar de forma separada con la creación de la especialidad de ATS psiquiátrico, pero tras la Ley General de Sanidad del 1986, se suspendieron las especialidades de Enfermería generándose un espacio de 11 años hasta que en el 1998 se instaura definitivamente la especialidad de Enfermería en Salud Mental, continuando como la conocemos hasta la actualidad.
Desde el punto de vista de la salud en general, como bienestar bio-psico-social, la Enfermería en Salud Mental aborda al paciente principalmente en su parte psicológica e incluso social, sin olvidar su parte biológica.
Para el cuidado de las personas con alguna patología mental, contamos con varios dispositivos; desde los Centros de Salud Mental, las unidades de desintoxicación, las unidades de agudos de los Hospitales Generales, hasta los ingresos de media estancia (6 meses – 1 año) y larga estancia.
Como ejemplo de hospital de larga estancia, y objeto de este estudio, nos remitimos al Hospital de Bermeo, cuya población está representada por pacientes con trastorno mental severo de larga duración.
Este Hospital mantiene en su organización dos unidades de rehabilitación psiquiátrica, que reúnen un total de 57 camas ocupadas por varones, con edades comprendidas entre 23 y 64 años, con una ocupación cercana al 100%.
Con una variedad de patología psiquiátrica como esquizofrenia, trastorno bipolar, trastornos depresivos…, también la patología dual se encuentra presente en estas dos unidades.
La patología dual se define de forma genérica como la existencia de un doble diagnóstico: trastorno por uso de sustancias y trastorno psiquiátrico asociado.
Aunque este término –dual- se está extendiendo en los últimos años también se está desvirtuando, englobando cada vez a un mayor número de personas con adicción a sustancias, pero sin una patología psiquiátrica mayor de base.
Como ejemplo característico de patología dual, podríamos señalar un paciente con esquizofrenia paranoide, consumidor habitual de tóxicos (cannabis, alcohol,…)
El objetivo de este estudio es mostrar la incidencia y prevalencia de la patología dual en la rehabilitación de pacientes crónicos, tomando como referencia la evolución de la población ingresada en el Hospital de Bermeo.
MÉTODO
El estudio se realizó en las dos unidades de rehabilitación psiquiátrica del Hospital de Bermeo. Estas unidades reúnen un total de 57 camas, que ocupan pacientes varones con diagnóstico de trastorno mental severo. Las edades de estos pacientes están comprendidas entre los 23 y 64 años.
El periodo de estudio se estableció entre enero de 2001 y abril de 2004.
Para la recopilación de los datos del estudio, se revisaron las historias clínicas de los pacientes actualmente ingresados en las unidades, así como las de los ingresos y altas incluidos en el periodo de estudio, identificando en cada consulta la fecha de ingreso/alta, y el diagnóstico (existencia/ausencia de patología dual).
Con objeto de completar la visión de la evolución de la población hospitalizada, se compararon estos datos con las edades de los pacientes, para determinar el porcentaje de pacientes duales, en dos perfiles de edades (menor o igual de 35 años, y mayor de 35 años).
ANÁLISIS DE RESULTADOS
A partir de la revisión de datos realizada, se observa en primer lugar una alta incidencia de ingresos con patología dual durante el periodo de estudio; la media obtenida muestra que 2 de cada 3 pacientes (64%) que ingresan en el Hospital presentan patología dual.
Esta alta incidencia de pacientes con patología dual tiene un valor similar a la prevalencia de la población actual ingresada; de este dato, se deduce un cierto equilibrio entre la población hospitalizada y la tendencia de ingresos, por lo que no se trata de una situación pasajera sino de una realidad que el hospital debe abordar.
Además es significativo el análisis de la distribución por edades de los pacientes que trata el hospital con patología dual.
- En proporción es mayor el consumo entre jóvenes que entre mayores en un 10%, lo que mantiene el tópico del joven consumidor.
- Sin embargo dado que se trata de un hospital de crónicos, existe mayor número de pacientes con patología dual en mayores de 35 años (el 63% de la población dual ingresada en el hospital es mayor de 35 años).
INGRESADOS
Finalmente, de forma adicional, el hecho de que gente tan joven llegue a un hospital de crónicos, después de haber agotado el resto de recursos de la red, refleja un problema social de fondo.
En este sentido, los ingresos de este año no tienen una edad superior a los 35 años (4/5) y en su mayoría presentan también patología dual (3/4).
CONCLUSIONES
La tendencia que se observa de ingresos de pacientes muestra las siguientes características:
- Pacientes de mayor complejidad, determinada por la concurrencia de diagnósticos.
- En general, pacientes más exigentes, informados y demandantes de resultados, de rapidez y calidad.
Esta tendencia coincide según la bibliografía consultada con otros estudios que prevén que para el año 2010 más del 70% de la población psiquiátrica presentará algún tipo de drogodependencia. Además, debido a que la respuesta observada ante el consumo de tóxicos es muy diferente en cada paciente: agresividad, apatía, distorsiones en las relaciones interpersonales, reagudización de los síntomas
positivos..., el manejo conductual de estos pacientes supone un reto para el personal de Enfermería de un hospital de crónicos, en el que los recursos tanto humanos como materiales difieren considerablemente de otras estructuras asistenciales intermedias.
Esto hace cada vez más evidente la necesidad de:
- Valorar tanto el aumento del trabajo como la complejidad de la labor de Enfermería en los hospitales de larga estancia.
- Desarrollar la sensibilidad del personal de Enfermería para ser capaz de abordar al paciente en una situación de consumo de tóxicos. Esta sensibilidad que es un elemento básico e imprescindible para atender adecuadamente a todo tipo de pacientes, precisa de una formación continuada, tanto en preparación técnica como personal.
- Destacar la importancia del empleo de los planes individualizados de cuidados de enfermería, como herramienta que permite de forma dinámica mantener un nivel de cuidados ajustado a las necesidades del paciente en todo momento.
El dar respuesta a estas necesidades, redundará sin duda alguna en una mayor calidad asistencial en el cuidado integral del paciente psiquiátrico.
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