También recibí las reflexiones de un padre que está pasando por unas circunstancias muy traumáticas en su familia. Bajo mi punto de vista no le falta razón, la incluyo aquí para que quien desee reflexione sobre ello.
Hola María, te comentoYa he leído y oído ese tipo de opinión sobre las enfermedades mentales y las adicciones a las drogas y francamente me parece que tan erróneo es el punto de vista de la siquiatria oficial, como el de los psicoanalistas: a la vista está que , si no son capaces de ponerse de acuerdo entre ellos, es que ninguno tiene la razón en todo.Eso no pasa en la ciencia pura, ningún físico cuestiona la ley de la gravedad, dentro de ciertos límites, ni la teoría de la relatividad. Cuando fueron formuladas en su momento hubo grandes desacuerdos, discusiones y trabajos intentando refutarlas, sin éxito obviamente. Einstein dijo una vez: hay miles de experimentos que validan una teoria, pero bastaría uno solo para refutarla, y nadie hasta ahora lo ha hecho (hablaba de la relatividad).Lo que te quiero decir es que no se puede, no se debe, afirmar que "toda sintomatología es reducible, en última instancia, al desamor, el dolor insoportable y la desesperación consciente o inconscientes", o que "...todo ello en el seno secreto de la vida familiar", como hace el psicoterapeuta José Luis Cano. Me parece que es simplificar mucho las cosas, además son afirmaciones casi imposibles de contradecir, porque aunque le pusiéramos todos los ejemplos que hay de diferentes hermanos creciendo en el seno de la misma familia, acabando uno de ellos con adicciones a las drogra y los demás no, nunca sabríamos qué es lo que provocó al infeliz echarse a las drogas, porque claro "la causa está en el secreto de la vida familiar". Sé de mucha gente que ha vivido experiencias muy fuertes en su vida de niñez o de adolescente dentro de su casa, que sus padres han pasado de ellos soberanamente, que no han disfrutado del amor y la paz familiar, y no por eso se han dedicado a chutarse heroina, ni a engancharse a los porros. Algo falla, tanto en la siquiatria oficial como en sus opositores, los psicoterapeutas freudianos
.La realidad es que los enfermos siguen desatendidos, que los desgraciados que padecen una patología dual o LO QUE SE QUIERA LLAMAR, tienen grandes posibilidades de morir en la calle, abandonados por sus familiares, por sus amigos y por toda la sociedad en general
.A ver, una vez que se cae por esa pendiente tan fuerte que es el mundo de las adicciones NO HAY AMOR, NI SACRIFICIO, NI SUFICIENTE LUCIDEZ, que pueda frenar la caída, SIN LA COLABORACIÓN DEL PROPIO SUJETO, ésta colaboración depende de la voluntad y ésta voluntad depende de tal número de variables que sólo un conjunto de felices casualidades hacen que se produzca el ,milagro. Y si las adicciones llevan asociados síntomas como los de la esquizofrenia paranoide, esas felices casualidades son IMPOSIBLES de producirse, como demuestran las estadísticas.Hace falta alguien, algunos, un montón de gente, que se dedique a hacerles más llevadera la vida. Juristas, políticos, psiquiatras, psicólogos (sean o no freudianos), asistentes sociales y educadores. Se tiene que cambiar completamente la manera de abordar las enfermedades mentales, LA FORMA ACTUAL ES UN FRACASO EVIDENTE.Lo siento, me he encendido. La constatación de lo que digo es , por supuesto, totalmente subjetiva y debida en exclusiva al fracaso con mi hijo.Abrazos
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